Mientras esta semana se disputan algunas de las Clásicas de Flandes (el miércoles se disputó A Través de Flandes, hoy la E3 Harelbeke y el domingo la Gante-Wevelgem), otras pruebas ultiman sus detalles para que todo esté listo para su celebración. Es el caso de la París-Roubaix, la clásica de los adoquines por excelencia que se celebrará el 9 de abril, pese a las inundaciones que anegaron el velódromo de Roubaix a finales de febrero y principios de marzo, y que ultima los detalles para que no se produzca ningún incidente durante el recorrido.

Buena parte del trabajo para que el recorrido esté en óptimas condiciones es gracias a la plataforma Amis París-Roubaix. Esta asociación, cuyo objetivo es proteger y salvaguardar los adoquines de la mítica prueba ciclista (a la que cualquiera se puede adherir a través de su página web) ha publicado en su cuenta de Twitter imágenes de la reparación de algunos tramos de adoquines.

Desde la asociación han ido recopilando cómo han sido los trabajos de reforma de algunos de los tramos, como el de Auchy-lez-Orchies, Tmpleuve o Mons-en-Pévéle, situados en el tramo final de la prueba. En la mayoría de los casos, las máquinas han tenido que quitar tierra y adoquines antiguos para colocar nuevas piedras una por una en el recorrido. Un trabajo que permite que los aficionados al ciclismo y los corredores disfruten y a la vez sufran en una de las pruebas más exigentes del ciclismo en ruta.