André Greipel, poderoso sprinter de 34 años, ha logrado 21 triunfos de manera ininterrumpida desde 2008 en las tres grandes vueltas, al menos siempre uno en la que se inscribió. “Se trata de un bonito registro, me gustaría continuar con la racha en este 2017 en Giro y Tour”, afirma el ciclista del Lotto-Soudal, equipo dominador de la Challenge con tres victorias, la del alemán en Campos y las de Tim Wellens en Deia y el Mirador des Colomer. “Me hizo mucha ilusión repetir trofeo en el primer día de competición de la temporada, como en 2016. Y ojalá caiga la de Palma este domingo”. En Mallorca estrenó una nueva pieza en el engranaje de su tren de lanzadores: Moreno Hofland. “Las cosas marchan bien, tiene talento y se ha integrado rápido”.

Respecto a 2016, campaña en la que sumó diez triunfos, incluido el Nacional de Alemania, le han marcado dos momentos, uno bueno y otro malo. “Ganar de nuevo en los Campos Elíseos supuso la confirmación de que continúo en la élite de la velocidad. Fue precioso. Sin embargo, la caída de Stig Broeckx y su inducción al coma nos marcó a los compañeros. Afortunadamente se recupera paso a paso, como también hizo Kris Boeckmans tras su percance en la Vuelta de 2015”. En su amplio palmarés se echan en falta clásicas de pedigrí: “Cuento con la Vattenfall y algunas más. No me obsesiono con ninguna, sólo trataré de regresar a la primavera y hacerlo lo mejor dentro de mis capacidades”. El Mundial será otra aspiración: “Ya fui bronce en 2011, me encantaría vestir alguna vez de arcoíris”.