Óscar Pujol ha ganado la carrera del millón de dólares… taiwaneses. El corredor vallisoletano se ha impuesto en una exigente prueba que tenía la llegada a más de 3.000 metros de altitud, la Taiwan Kom Challenge, por delante de Hindeley Jai y Benjamin Dyball a los que dejaba de rueda en los últimos kilómetros. Con esta victoria, la séptima de la temporada, da por cerrada la temporada, aunque aún le restan dos citas más este fin de semana para terminar el calendario.

“Había preparado bien el final de la temporada por dos objetivos. El primero de ellos era la Japa Cup. Me hacía mucha ilusión volverme a medir con corredores de equipos ProTour y, aunque creo que me precipité un poco porque lo intenté a falta de dos vueltas, acabé contento por finalizar quinto”, se sinceraba el corredor del Team Ukyo.

Pero hoy sí. El vallisoletano no ha dejado escapar una carrera que tenía poco más de 100 kilómetros y que terminaba a más de 3.300 metros de altitud, en el Wuling Pass, el puerto más alto del país que se puede cruzar por carretera. “Me he limitado a estar pendiente de que no se hiciera ningún corte, ir recuperado en la zona inicial, ya que se salía al nivel del mar, e ir por la parte buena de la carretera, porque estaba muy sucia y temía pinchar”, ha comentado Pujol poco después de cruzar la línea de meta.

La carrera se ha ido seleccionando hasta que, a falta de un kilómetro, ha aprovechado una pequeña bajada para coger unos metros y aguantarlos hasta al final. “He ido muy apretado. Notaba mucho las piernas por la altitud. A falta de siete kilómetros ya sólo éramos cinco y a falta de tres, nos hemos quedado tres corredores en cabeza de carrera. He aprovechado una pequeña bajada para abrir hueco y lo he conseguido mantener en el último kilómetro que era muy duro”, continuaba el vallisoletano.

Una victoria que ratifica su buen momento de forma y que pone el mejor broche a su temporada de carretera que continuará la próxima semana ya en el ciclocross. “He vencido en las dos pruebas con finales más exigentes del calendario. En el Monte Fuji gané y logré el récord de la subida. Ahora aquí, a más de 3.300 metros donde te falta el oxígeno. Estoy muy contento por cómo se me ha dado el año y ahora quiero seguir dando lo máximo en ciclocross”, ha concluido.