VUELTA A ESPAÑA | 19ª ETAPA

Froome: “La desventaja de 1:21 aún me permite soñar"

Es su tercer triunfo en la Vuelta. Gracias al 2:16 que endosó a Nairo en la crono, el británico aún aspira a su primer maillot rojo: “Daré todo hasta Madrid”.

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Froome: “La desventaja de 1:21 aún me permite soñar"
jesus rubio DIARIO AS

Vuelta España: Etapa 20 en directo

—Segundo triunfo en esta edición de la Vuelta para recortar la diferencia con Nairo Quintana a 1:21. ¿Cómo se siente ante la jornada decisiva?
—Hay una diferencia que da margen para soñar. Me encuentro muy feliz por la victoria. Se trata de mi última carrera de la temporada. Queda un día, así que daré todo hasta Madrid. Lucharé al máximo, procuraré apurar todas las opciones que ofrezca la carretera.
—¿Qué estrategia llevarán a cabo en el Sky?
—Veremos entre la cena de por la noche y la reunión de por la mañana cómo la planeamos junto a los compañeros. Intentaremos darle un hueco a la general. El Movistar dispone de un magnífico bloque, resultará complicado hacerles daño. Repasaré concienzudamente la etapa para que no ocurra como en Formigal. Noto a mi equipo muy motivado, los chicos guardaron fuerzas para Aitana. El Tinkoff y el Orica desean ganar tiempo, como nosotros. Existen muchos intereses en común.
—¿Le da más rabia ahora, visto su rendimiento en la crono, el desastre de Formigal?
—Sí, aunque no le he dado muchas vueltas. No soy el tipo de persona que mira atrás o piensa “Y si…”. Ahí salió todo mal. En esta contrarreloj, todo bien. Quiero fijar la vista al frente y pensar en el reto de conquistar el título.
—¿Qué supone para usted la Vuelta?
—Un desafío. Amo esta ronda, su afición, su ambiente y su trazado. Me catapultó en 2011.
—¿Disfrutó durante la crono?
—No, sufrí muchísimo. Simplemente fue una de las contrarreloj más duras de mi vida. El diseño me pareció complicado, con ascensiones y descensos difíciles. A veces, el viento y el curveo te ponía en peligro.
—Batió de nuevo a Castroviejo, como en Río.
—Es un gran corredor, así funciona a veces el ciclismo. Lo siento por él, me alegro por mí, somos duros adversarios.
—De regreso a la jornada de Aitana. ¿Aguardará al final o se lanzará desde lejos?
—No se tratará sólo de la última subida. Endureceremos desde el principio hasta Aitana. Será una de esas etapas en las que no hay que cometer errores, sino tomar decisiones sabias. No hemos acabado. Ojalá que el comienzo sea explosivo.
—¿Conoce el terreno?
—No inspeccioné Aitana específicamente. Dispondremos de una buena ocasión para pegar la vuelta. Es lo que sé.