Vuelta España: Etapa 16 Alcañíz - Peñíscola directo

Chris Froome entró en la meta de Formigal totalmente fundido, derrotado. Los auxiliares del Sky le dieron una bebida energética, se la bebió de dos tragos, rechazó la chaquetilla de no enfriarse, cogió una botella de agua e inició el descenso a su bus sin atender a los medios. La habitual amabilidad se transformó en mal humor. Dario Cioni, director del equipo británico, tampoco se excedió en las explicaciones: “Cometimos un grave error, no supimos manejar la situación. No estuvimos a la altura”.

Leopold Konig, quinto antes de tomar la salida en Sabiñánigo, llegó con la grupeta, a la friolera de 53:54 y fuera de control. Como Puccio, Knees, Boswell, Kennaugh y Golas. En el Sky sólo se libró de la quema Froome, a 2:40. David López, en solitario a 41:32, tampoco se libró. Konig, a pesar del desánimo, ofreció a AS detalles de “un decepcionante naufragio”: “Cuando se produjeron los primeros acelerones, apenas nos sacaron diez segundos, unos 100 metros. Sin embargo, no logramos tapar el hueco, nos desorganizamos y entramos en pánico. Chris se quedó únicamente con López por delante. Dos hombres solos, sin más ayudas, resultaron insuficientes. Lo siento por Froome, acariciábamos el título”.

Lo peor es que el Sky se temía un zafarrancho desde el kilómetro cero. Los ocho corredores realizaron rodillo y se aprovisionaron de líquidos y alimento. Sin la mano que les echó Astana, picado con Movistar desde el descenso del Stelvio en el Giro de 2014, Froome habría perdido su plaza en el cajón provisional. Cataldo se justificó: “Defendimos el noveno puesto de Scarponi”. Sin embargo, el italiano bajó al décimo lugar.