Poco a poco Alberto Contador va dando muestras de que su recuperación va por buen camino. Tras su doble caída en el Tour, que le obligó a abandonar, el de Pinto se ha marcado un objetivo claro: Ganar la Vuelta a España. Y para ello tiene un 'sparring' de lujo, la Vuelta a Burgos.

El de Pinto avisó el pasado miércoles que se encuentra bien y que en Neila, la etapa reina de la ronda burgalesa, se probaría, aunque no ha podido esperar. En la tercera etapa Contador no se pudo contener: "Subiendo la Retuerta vi que otro corredor (Ellisonda) atacó. Yo iba muy bien colocado y salí detrás de él, la verdad es que no sé ni por qué. De hecho cuando ya había salido pensé "¿Y para qué ataco?" Pero bueno, me ha venido bastante bien", confesó el de Pinto.

Una reacción que le llena de moral. Ya no sólo a él, también a una afición que necesita ilusionarse tras el mal trago pasado en el Tour. Aunque el corredor del Tinkoff sigue mostrándose muy cauto. "Hombre, las piernas bien bien aún no están. Van, que no es poco. Si estuviera a tope quizás tendría una buena renta. Pero tenemos que quedarnos con lo positivo, ha sido una etapa muy rápida, de casi 200 kilómetros y me viene fenomenal para ir recuperando el tono", concluyó el ciclista español.