El británico Stephen Cummings demostró en Lesaka que nada es imposible. Con 35 años y todo muy controlado en la tercera etapa de la Vuelta al País Vasco, el ciclista del Qhubeka/Dimension Data apareció de la nada a medio kilómetro para acabar cuando arreaban los equipos para el sprint, y se anudó a la bicicleta como el náufrago al madero. Se hizo uno con la máquina, rascó la panza con el cuadro de la montura, agachó la chepa y sólo lanzó dos miradas furtivas a sus perseguidores, a falta de 175 metros y oliendo la pancarta: lo hacía para levantar acta de que nadie le iba a arrebatar la gloria. Cummings es un buen contrarrelojista (fue segundo en la modalidad en el Reino Unido en 2011) y se anotó una etapa en la Vuelta en 2012, otra el Tour el año pasado y en la Tirreno-Adriático en este 2016. No picó tiempo al grupo de favoritos. Simons y Felline se quedaron con la miel en los labios y entraron tras él. Mikel Landa, por lo tanto, sigue siendo líder.

Mikel Landa

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El sol y el buen tiempo se hizo el rey por fin, en otra etapa movida, con nervios, un final explosivo y mil arrebatos del pelotón. Estampas preciosas en las bajadas, largas tendidas. A 11,5 kilómetros arrancó Dani Navarro (Cofidis), muy activo durante esta Vuelta al País Vasco. Alcanzó 30 segundos y buscaba lo que Luis León Sánchez con enorme clase le arrebató por un suspiro en la jornada inaugural de Markina. Por la cima del alto de la Piedad, a 10 de meta, un ascenso de 2,1 kilómetros y una pendiente media del 8,81%., ell asturiano tenía 20 segundos sobre un grupo liderado por Pinot, Contador y Samuel Sánchez. Landa cedía cinco. Luego se le unieron Cataldo, De Plus, Yates y Roland, pero fueron cazados para mayor gloria de Cummings.

Era el desenlace de una etapa con muchas vertientes, que empiezan casi en la salida de Vitoria, con la aventura de Biel Kadri (ALM), Domingos Gonçalves (CJR), Sam Oomen (TGA), el eritreo Daniel Teklehaimanot (DDD) y un Stefan Denifl (IAM) que lleva dos días agitando el grupo. Llegaron a manejar hasta cinco minutos y medio de ventaja, pero por atrás daba la sensación de que Sky y Orica-GreenEdge controlaban en todo momento. Hasta el líder Mikel Landa se puso a tirar para endurecer el ritmo.

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Subiendo Aritxulegi cedieron primero Teklehaimanot, Kadri y Gonçalves. Y a 33 kilómetros de meta Oomen y Denifl tenían 1:05 y atacó el Orica Michael Albasini en el pelotón. No había un minuto de tregua. Movimientos a patadas, con Dani Navarro (Cofidis), Dario Cataldo (Astana) y Laurens de Plus (Etixx-Quick Step) cazando a Albasini. Tras el descenso, comenzó la subida a Agiña y allí tensaron Rolland y Yates, que cazaron a los cuatro, pero Sky, con Kiryenka, no permitía alegrías. Luego Denifl dejó fuera del rádar a Oomen y atrás quedaban cinco corredores: Adam Yates, Roland, Navarro, Cataldo y De Plus. Por la cima, a 21,5, había cinco segundos de Denilf sobre los cinco y 23 sobre el pelotón. En el descenso se juntaron los siete en cabeza. Dani Navarro atacó y Yates y Cataldo trataron de salir a su rueda, pero todo desembocó en el cohete Cummings.

Mañana llega la cuarta etapa, entre Lesaka y Orio, de 165 kilómetros, que atraviesa la zona de la contrarreloj del año pasado en Aia. Es un final explosivo, como el de hoy, con un puerto de segunda a 13 kilómetros de meta, que en 2015 estiró el pelotón el en la primera pasada; podría haber una selección importante en el repecho previo a llegada de Orio. De inicio los corredores tendrán que superar el alto de Jaizkibel, y Arkale, presente en la Clásica San Sebastián. Ahí toca trabajar hasta la parte final, como labor preparatoria para un colofón potente.