Tras el atropello mortal que Antoine Demoitié sufrió en la Gante-Wevelgem, AS ha querido conocer la opinión de los organizadores sobre la seguridad y el elevado número de vehículos en carrera. Javier Guillén, director de la Vuelta, incide en dos ideas: “Primero, trabajar en la implementación y el cumplimiento de normas concretas: licencias acordadas por la UCI, conductores con experiencia, distancia de seguridad, posición, señales, etc... Segundo, reducir en lo posible el pelotón, tanto de motos y coches como de ciclistas. Debemos saber que sin el convoy no podemos realizar los eventos, y que la salud de los protagonistas es lo prioritario”.

En España se produjeron tres accidentes en 2015. En la Vuelta, Sagan fue arrollado por una motocicleta de asistencia, y Paulinho chocó contra otra de la televisión al salir de una curva. En la Clásica de San Sebastián, la moto de un juez tiró a Van Avermaet. Excepto Unipublic (Vuelta), Unisport (Mallorca), Deporinter (Andalucía) y Fullsport (Castilla y León), empresas profesionales, el resto del calendario nacional lo llevan amateurs con mayor o menor bagaje. Los corredores denuncian este punto: quieren a personas preparadas en la dirección y en la conducción. Marcos Moral, presidente del Consejo de Ciclismo y de la Asociación Española de Organizadores, disiente: “No resulta fundamental mientras se adopten las leyes de voluntariado y de riesgo laboral para evitar el peligro. Hay que aplicar las reglas, formar, tratar de prevenir y excluir los vehículos innecesarios. No veo la cuestión ni blanca ni negra. Por mucha experiencia que sumen los pilotos, si no respetan se te escapa de las manos”.