Cuando el colombiano Diego Tamayo llegó a la playa de Cayo Jutías (Cuba) rompió a llorar mientras estallaban serpentinas azules y blancas. Este “luchador del ciclismo”, de 32 años y afincado en Zaragoza, se había convertido en el ganador de la primera Titan Tropic, la prueba de btt de cinco etapas, que recorrió la jungla del país caribeño. “Ahora ya puedo decir que soy el vencedor, estoy muy orgulloso de llevarme esta carrera en este marco incomparable. Cuba me ha enamorado”, decía el de Caldas, del equipo Tomás Bellés, que se quitó “la tensión de ser líder desde el primer día” con un baño en la cristalina agua del mar.

Para sentenciar la Titan Tropic, el colombiano Tamayo hizo valer un tópico, pero no por ello menos válido: “La mejor defensa es un buen ataque”. Y esa fue su táctica en la última etapa de 68 kilómetros entre Viñales y Cayo Jutías. “Salí del barro y me lancé hasta que vi que me iba sólo”. Así eliminó a Zugasti y a Carrasco (con problemas intestinales) y se marchó en solitario para que nadie le quitase su querido maillot naranja trabajado “en barro, agua y asfalto”.

Sin embargo, de ese grupo surgió el prometedor Roberto Bou, barcelonés de 22 años (campeón nacional Sub-23) y compañero de escuadra de Tamayo, al que el colombiano esperó para llegar juntos al pedraplén (puente hecho de piedras) de Cayo Jutías. El maillot naranja cedió la victoria a su gregario: “Se merecía la etapa, que haya ganado Roberto hace que esto sepa mejor”. Bou, que subió al tercer cajón del podio tras el desfallecimiento de Carrasco, devolvía el cumplido: “Diego ha sido un gran líder”. Zugasti fue segundo en la general y bromeaba: “Vine a hacer top-20, y le he arrancado un 0 a la clasificación. Así que estoy contento”.

También hubo alegría para los cubanos, porque Olga Echenique, biker de Matanzas, fue la primera mujer de la general. “Cumplí con lo que esperaba y es una gran alegría para mí ganar esta Titan Tropic”,decía la líder de la Selección de Cuba, que presentó hasta seis corredores en la pionera prueba de su país. “Es muy bueno que haya citas como está aquí en el país, nos da la oportunidad de luchar con gente de nivel de otros países”, añadía José Mojica, uno de los grandes animadores de la carrera.

Para Juan Porcar, organizador de la Titan Tropic, las sensaciones de esta primera edición son satisfactorias: “Imaginamos una competición con las mismas características deportivas y de ambiente como la Titan Desert, pero en un lugar completamente diferente como Cuba, lleno humedad y naturaleza. Y la prueba ha resultado como la imaginamos. Ni más, ni menos. Ha sido una aventura, con esfuerzo. Si no, no habría sido tal”. La Titan Tropic Cuba echó así el cierre en la paradisíaca playa de Cayo Jutías, donde los bikers se bañaron en el Caribe. El más feliz era un maño colombiano, de nombre Diego Tamayo.