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Nairo: “Se puede ganar el Tour y la Vuelta el mismo año”

"La responsabilidad no me pesa, lo he demostrado. Me motiva ir al Tour para desbancar a Froome", apunta  Nairo Quintana en entrevista para AS.

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—Va a arrancar su quinta campaña con el Movistar. Ya es un veterano de 25 años.

—Así es, aunque parece que fue ayer cuando entré por la puerta de este mismo hotel (el Castillo de Gorraiz, donde la estructura navarra realiza su primera concentración). Durante estas cuatro temporadas he logrado cosas muy bonitas y he crecido muchísimo, dentro y fuera de la carretera. También he conseguido devolver la confianza depositada por Eusebio Unzué y Telefónica. El equipo se ha visto recompensado con mis buenos resultados, nos enriquecemos mutuamente.

—¿En qué ha evolucionado o qué ha aprendido Nairo Quintana desde que llegó a este stage a finales de 2011?

—Cada año cambian muchas cosas, siempre a mejor. Doy pasos bastante importantes, en los que tampoco me olvido de lo que me aporta el Movistar. Todas las circunstancias vividas, sobre todo buenas y algunas malas, me han convertido en lo que soy hoy como persona y ciclista.

—¿Y cómo es?

—Bueno, he alcanzado una madurez muy prematura y he recibido un golpe de emociones juntas. En 2014 fui padre de Mariana y conquisté mi primera grande: el Giro. Mis mejores momentos. Uno, porque mi mujer me dio la oportunidad de tener a mi hija, fruto del amor. Otro, por culminar el trabajo y el sacrificio en mi deporte. Mientras, he procurado conservar la tranquilidad, avanzar con seguridad y no perder el buen camino.

—¿Resulta difícil compatibilizar su profesión y la familia?

—Sí, ya que permanezco casi seis meses en Europa para competir. A veces transcurren un mes y medio o dos meses sin ver a los míos, y les echo de menos.

—¿De qué manera gestiona el éxito?

—Me apoyo en mi familia y en mi escuadra. Intento no caer en un círculo vicioso, ajeno como en una burbuja, y evito que otros me dirijan o se aprovechen de mí. Movistar me ayuda con fichajes para respaldarme y en la organización de eventos o entrevistas.

—¿Le presiona haberse transformado en el ídolo de un país como Colombia?

—Allá tenemos un eslogan: ‘Los héroes sí existen, están en nuestro querido ejército nacional’. Si me miran como un ejemplo para los niños o la sociedad, lo acepto, deseo transmitir una buena imagen, pero héroes son otros.

—No se le nota muy convencido con ese papel.

—No me disgusta. No es que me guste. Mi vida me ha conducido por aquí, y me encuentro en la transición en que si puedo hacer algo por el bien colombiano, con gusto se hace.

—Asume el rol de líder en Movistar. ¿En 2016 será el jefe absoluto en el Tour?

—Sí. Este año continuaré con mi crecimiento. No está mal que Alejandro (Valverde) y yo afrontemos retos distintos. Él se centrará en las clásicas y el Giro. Luego, trabajará para mí en el Tour. No me pesa la responsabilidad, ya lo he demostrado. Ojalá comience con la forma de 2015, con eso sería suficiente y ya comprobaríamos después cómo derrotar a los rivales. También inspeccionaré las jornadas que no conozca para que no nos sorprendan y evitar percances.

—Usted es un escalador puro. Con la variedad en los trazados planteados por los organizadores, ¿piensa que dispondrá de más ocasiones propicias para imponerse en una gran ronda?

—Hombre, más opciones que un sprinter creo que tendré (risas). En serio, me esfuerzo para ser el contendiente más completo posible. Trabajo en mi contrarrelojeo, no se me da mal cuando se quiebra el terreno. No me considero sólo un escalador puro, a pesar de que se trata de mi mayor virtud en la carretera. Un escalador puro es, por ejemplo, Elissonde, del equipo FDJ. En otras disciplinas se nota menos su presencia. Yo me he sacrificado para bajar bien y mejorar en la crono, y a mi edad me queda margen para incrementar mis prestaciones.

—¿Cree que perdió el pasado Tour de Francia por no probar antes a Chris Froome?

—No, se perdió por el tiempo que cedimos en los abanicos de la primera semana. Lo busqué en la medida de mis capacidades hasta el último metro. Froome fue el mejor a lo largo de las tres semanas y me motiva regresar para desbancarle.

—Sin embargo, se mostró más conservador que en sus inicios, cuando atacaba a pie de puerto. ¿Cuesta actuar con más riesgo o valentía?

—De todo un poco. Es que no deben gastarse fuerzas donde te apetezca. Hay que calcular para convertirte en un corredor más efectivo. Lo he aprendido así, y de ahora en adelante se verá más ese tipo de Nairo. Aunque entiendo que al público le guste el espectáculo y la guerra, las piernas no responden igual en diferentes situaciones.

—¿Le perjudica centrarse únicamente en el Tour a la hora de conseguir menos triunfos? En este 2015 disminuyó su botín a una etapa y la general de la Tirreno-Adriático.

—Si te fijas una meta y apuestas por ese reto, me parece lo más normal pasar desapercibido mientras te acercas a las fechas señaladas y te preparas al máximo. Iniciaré 2016 en San Luis, pero no ocurre nada, conlleva muchísimo desgaste y, además, en Movistar somos un grupo de ganadores. Valverde mantiene una línea de regularidad magnífica, están ahí también Malori, los Izagirre… En un equipo que termina tres años consecutivos como número uno compiten enormes ciclistas, existen oportunidades para compartir y que brillemos todos.

—En la Vuelta de 2014 se cayó cuando portaba el maillot rojo y al día siguiente abandonó por otra caída. En este 2015 no rindió como esperaba hasta la tercera semana y terminó cuarto. ¿Tiene una espina clavada?

—Sí, tengo una deuda con la Vuelta. Quiero cumplir el objetivo de acabar en lo más alto algún día. Por unas causas o por otras, se me ha torcido y se ha escapado dos veces.

—¿Descartaría la Vuelta en caso de subir al primer peldaño en los Campos Elíseos?

—Aún es pronto. Mi pensamiento está enfocado en el Tour, primero. Luego, en los Juegos de Río, donde puede salir una bonita carrera con el recorrido tan exigente. Y después, en la Vuelta. Poco a poco comprobaremos cómo me siento, los compromisos y los entrenamientos, para poner la cabeza en los desafíos que correspondan.

—Por último: ¿es posible ganar Tour y Vuelta, como ha planificado de nuevo en su calendario?

—Sí, se pueden conquistar dos grandes en el mismo año… o al menos, intentarlo.