Barrios residenciales, edificios de oficinas, enormes aparcamientos, vías de tren elevadas, industrias abandonadas a orillas del río James y amplias carreteras. El recorrido del Mundial de Richmond muestra casi todas las particularidades estadounidenses, aunque apenas revela lo mejor de la capital de Virginia. El circuito, de 16,2 kilómetros (para un total de 261,4 km), comprime su exigencia en los cuatro últimos kilómetros: los repechos de pavés de Libby Hill (200 metros al 8%) y 23 Street (100 m al 12%), y el de Governor Street, 300 metros al 7,5% que conducen al complicado falso llano final. Con una probabilidad de lluvia del 70%, la carrera puede convertirse en un espectáculo de pirotecnia. “Se multiplicarán los ataques en la fase decisiva”, aventura Philippe Gilbert, arcoíris en 2012.

Alejandro Valverde, el ciclista con más medallas mundialistas de la historia (dos platas y cuatro bronces), aspira al único metal que le falta, un oro perseguido desde 2003. “Se trata de nuestro jefe, pese a los numerosos rivales y al perfil poco propicio”, confirma Javier Mínguez. A sus 35 años, afronta su 11º campeonato. Sólo se perdió los de 2010 y 2011 por sanción. Si el murciano quiere alcanzar la gloria, la Selección debe endurecer el ritmo y pasar a la ofensiva en esas tres ascensiones. Sobre el papel, sencillo. En la práctica, se miden las estrellas del pelotón internacional y entran en liza demasiados factores. De las fuerzas, el compañerismo, la valentía y la capacidad para leer el desenlace dependerá el éxito del nueve español. Disponer de otra baza como Purito Rodríguez, bronce en 2009 y plata en 2013, juega a favor para protagonizar cortes, dinamitar, lanzar a Valverde... o buscar sus propias opciones. El papelón de Florencia aún se recuerda. Y escuece.

Bélgica, con Gilbert, Boonen, Van Avermaet y Vanmarcke; Alemania, con Degenkolb, Greipel y Tony Martin; los Países Bajos, con Tom Dumoulin, Boom y Terpstra; Francia, con Gallopin, Alaphilippe y Bouhanni; y Australia, con Gerrans y Matthews, se presentan junto a España como los equipos más potentes, con corredores para tirar, romper y rematar. Gente de ambición y talento como el defensor del título, Kwiatkowski, el campeón de 2013, Rui Costa, Sagan, Nibali, Urán, Phinney, Kristoff o Stybar abre el abanico de ilustres candidatos. Como cada año, muchísimas alternativas. Como cada año, disfruten de una prueba apasionante.