-Selló su primer triunfo en una grande con un excelente plan de Astana. ¿Su valoración?

Fabio Aru

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-Mis compañeros se superaron. Los de la fuga, los que tiraron por detrás, Landa, que realizó una tremenda selección en La Morcuera… hasta Vanotti, que decidió tomar la salida pese a encontrarse mal por un golpe del día anterior. Esta Vuelta pertenece a todo el Astana, del primero al último de mis compañeros. Me encanta contar con su ayuda, son magníficos.

(Aru entró en la meta de Cercedilla con el dedo índice de su mano derecha en alto, para luego explotar en un grito de rabia y felicidad con los dos puños levantados. Le recibieron su novia, Valentina, su familia y parte del staff del Astana con la bandera de Cerdeña, que luego subió a la ceremonia del podio. Y, desde lo alto, dio un beso a su chica y le entregó el ramo de flores).

-¿Cómo diseñaron la estrategia?

-Sabíamos que la penúltima subida era la más dura, así que Landa hizo una gran selección. Zeits y Luis León circulaban por delante. Gracias a su entrega abrimos diferencias y consolidamos este liderato. Se lo debo a ellos, aunque tampoco quiero olvidarme de Nibali y de Tiralongo. Les dedicamos este triunfo. Pese a los problemas del inicio, cambiamos el rumbo con sacrificio y esfuerzo.

-¿Qué le pareció el hundimiento de Dumoulin? ¿Lo esperaba?

-Dumoulin luchará por las grandes en el futuro, le felicito por su rendimiento. Demostró desde Caminito que estaba muy fuerte. Ha hecho una Vuelta excepcional. Creía que no quedaba más terreno para aprovechar y desbancarle. Por fortuna, Landa hizo una labor extraordinaria. Ganó una etapa bellísima en Andorra y estuvo a mi disposición, valoro muchísimo su trabajo.

-¿Cuáles eran sus pensamientos el día anterior, después de que Dumoulin le sacara tres segundos en Ávila y sufriera una caída?

-Deseaba dar el máximo, toda la escuadra se sentía motivadísima. Conseguí este resultado gracias al equipo, que está muy unido. Mi gran amigo Paolo Tiralongo me dijo que atacara. Mi ídolo es Alberto Contador, suponía un sueño hacerlo como él. Si algo te enseña verle correr, es a ir al ataque.

(Aru se acostó tarde la noche anterior en el Hotel Dos Castillas de Ávila, más allá de las 23:30. Charló con su familia en el sofá del hall con cara de pocos amigos, mientras se tocaba la herida de su brazo izquierdo. Antes de la salida de San Lorenzo de El Escorial, le ayudaron a montarse en la bici porque andaba ‘cuadrado’ por los golpes).

-¿Puede desvelar los consejos de Tiralongo?

-Es mi compañero de equipo, pero también mi amigo. Prefiero las personas que me digan dónde fallo. Me regaña y me recomienda que mi perfil sea bajo a pesar de resultados. Que te vaya mal es fácil, así que hay que esforzarse para alcanzar el mejor nivel.

-Aparte de los puertos madrileños, ¿dónde más conquistó la Vuelta?

-Seguramente la contrarreloj fue fundamental. Me preparé bastante para esta temporada. Y la energía mental también fue importante, conservé la calma y sabía que acabábamos en Madrid.