VUELTA A ESPAÑA | ETAPA 10

Sbaragli ganó antes de la guerra

Victoria del italiano al sprint, por delante de Degenkolb y Rojas. Hoy, descanso en Andorra y mañana etapa reina con la lluvia como amenaza.

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Sbaragli ganó antes de la guerra
Javier Lizon EFE

La etapa fue lo más tranquilo que se despacha en la Vuelta. Caídas sin fractura, puerto sin sangre y llegada al sprint. En Castellón ganó el italiano Sbaragli, seguido de Degenkolb y Rojas. Inmediatamente después apareció Acacias. En Televisión Española dan por hecho que a los seguidores de la telenovela les importa poco el ciclismo, sin advertir que no hay mejor culebrón que una carrera ciclista de tres semanas. El caso es que cada tarde pasamos de la meta recién cruzada al Madrid de 1899, aviesas señoras y pizpiretas criadas. El líder se equivocará un día y besará en el podio a la malvada Cayetana. Habrá lío entonces.

La victoria de Sbaragli fue una verdadera sorpresa, pues la etapa estaba envuelta para que la abriera Degenkolb. Hasta el líder trabajó en su beneficio. Dumoulin controló en la subida al Desierto de Las Palmas y luego hizo de secante ante los ataques de tipos irreductibles como Adam Hansen. Es una evidencia que el joven Tom camina medio metro por encima del suelo, rebosante de confianza, convencido de que lo tiene todo, incluso mentón. Sucede de vez en cuando, especialmente en verano (sector costa) y con mayor frecuencia a los 24 años.

Equipo ejemplar

El italiano dio la sorpresa: la etapa estaba envuelta para que la abriera Degenkolb

Sbaragli (Kristian, no Leonardo) estrenó su palmarés profesional y confirmó el gran año del Qhubeka, que hace mes y medio celebró el triunfo de Cummings en el Tour. El proyecto que promociona el equipo también merece éxito: Qhubeka es una organización sin ánimo de lucro que dona bicicletas en zonas rurales de Sudáfrica para facilitar el desarrollo (y el transporte) de comunidades en situación de necesidad.

Ya en meta, el beso de Sbaragli a su novia Camila recordó lejanamente al histórico beso de Times Square, el del marinero y la enfermera, el 14 de agosto de 1945, el día de la victoria del mundo libre. Desde que la revista Life publicó esa foto todos los besos que pretendan la excelencia deben ser comparados con aquella mítica ventosa. Ánimo, amigos.

Preocupación por el tiempo

Entre los favoritos no hubo novedad, sólo coincidencia: todos están atentos a la previsión meteorológica para Andorra. Allí descansarán hoy los ciclistas (para muchos, después de un viaje de cinco horas en autobús) y allí se jugarán la carrera mañana, cinco puertos sin descanso. En principio, parece que el sol asomará el miércoles entre varios días de lluvia, pero nadie se fía del Meteosat.

Sbaragli, felicitado por su novia Camila.

Como en cada jornada, los fugados merecen un sincero reconocimiento. Hasta cuarenta corredores formaron parte de la escapada del día, condenada desde su nacimiento por la presencia del ilustre colombiano Sergio Henao, que comenzó la etapa a 3:13 del líder y la terminó a 10:50 del ganador. Una caída en el descenso del último puerto le hizo perder el tren de la clasificación general. El mismo tiempo se dejó el entrañable Txurruka después de un sinfín de penalidades. Llegará el día en que tengamos que dedicar un monográfico al abnegado Caja Rural.

Mientras los cuchillos se afilan en los pisos altos, Kristian Sbaragli disfruta de un triunfo perfecto, finalizado con beso y conseguido en la capital de La Plana con los colores del glorioso Club Deportivo Castellón. El mundo encaja, de tanto en cuanto. Incluso en Acacias 38.