Vincenzo Nibali, Fabio Aru y Mikel Landa, los tres capos del Astana, son “tres cartas ganadoras para aspirar a la Vuelta”, en palabras de Luis León Sánchez. Ninguno se desmarca del discurso oficial de buen rollo. El Tiburón, vencedor de la ronda española en 2010, no quiere colocarse el papel de líder y máximo favorito: “Veremos día a día quién lidera a la escuadra, la condición de cada uno es la idónea. Yo vengo en muy buena forma del Tour. En la última semana, que es la importante, comprobaremos cómo funcionan las piernas de cada uno. En Francia sentí mucha presión por la defensa del título de 2014, aquí me encuentro más tranquilo. Somos un equipo unido y estamos en disposición de realizar una gran Vuelta con Aru y Landa”.

Como en 2010, Nibali no ha estudiado el libro de ruta: “Después del Tour nos pusimos de acuerdo para venir a la Vuelta, por eso no conozco el recorrido. Aun así, no me preocupa, tengo confianza por la buena preparación previa. Me entrené siete días en Sestriere con Aru, Vanotti y Rosa. Mi momento actual es bueno, voy a vivir la carrera sin tensión para aspirar a todo”.

Fabio Aru, quinto en la Vuelta del año pasado, llega con la misma intención de hacer top-cinco: “Es mejor que participe Nibali, con él somos un grupo más fuerte. El objetivo común es conquistar el trofeo final. Se decidirá el jefe según cómo nos veamos en la tercera semana. La Vuelta siempre estuvo en mi calendario de la temporada. Primero, el Giro; luego, la Vuelta. Como en 2014. Ojalá salga igual. Nos mediremos a adversarios duros. La clave residirá en esforzarse y ayudarse para conseguir la clasificación más alta”.

Aru y Landa acabaron segundo y tercero en el Giro de 2015. El vasco desea confirmarse, pero no aterriza con un punto óptimo: “Seré uno más dentro del Astana. Venimos con tres bazas, aunque Vincenzo y Fabio tienen más experiencia que yo en grandes vueltas. Así que procuraré estar cerca de ellos y continuar con mi aprendizaje. Sería un sueño conseguir otro podio por el cartel de favoritos, y porque después del Giro pasé mucho sin competir y en Burgos no gocé de las sensaciones que buscaba”. Por ahora, los tres exhiben armonía. La carretera les pondrá en su sitio.