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CICLISMO | VUELTA A TOLEDO

Bahamontes ejerce como director de orquesta en Toledo

A sus 87 años, el primer ganador español del Tour de Francia sigue cuidando con mimo y al detalle la organización de la Vuelta a Toledo

ToledoActualizado a
Federico Martín Bahamontes en la salida neutralizada de la primera etapa de la Vuelta a Toledo.
DANI SANCHEZ

Son las 9:15 de la mañana cuando llegamos a la ITV de Ocaña. Allí nos recibe Federico Martín Bahamontes. Tras percatarse que somos de prensa, dice, “¡Fausti, tráeles una pegatina a estos chicos!”. “Fausti” es Faustino Suárez, su mano derecha en la carrera. Este es el último año en el que Bahamontes y Suárez ejercerán como organizadores de la prueba. Pero cualquiera lo diría. 

Y es que este tipo de carreras le traen buenos recuerdos a Bahamontes y a Faustino Suárez. “Estamos viviendo un ciclismo puro y sano. Es como un combate de boxeo, si son amateurs se golpean a punta pala, pues esto es igual. Se pelean en la carretera a golpe de pedal, como en el ciclismo antiguo, y aquí existe. Este ciclismo es más divertido que el de los profesionales cien veces. No tiene comparación”.  "El Águila de Toledo" nos decía que las razones por lo que deja la dirección de carrera no es la edad, si no otras muy distintas: “Hay alcaldes que no han pagado desde hace 3 años. No sigo porque no cobro en todos los sitios y yo procuro pagar a todo el mundo para que venga”. Y por si fuera poco, puso otro ejemplo. “Un ayuntamiento antes nos daba un millón de pesetas y este año nos da sólo 600 euros”.

En la salida había un Bahamontes muy cercano, haciéndose fotos con todo el que se la pedía, cuidando hasta el más mínimo detalle para que todo saliese bien e incluso guiar a los coches y ciclistas como si de un guardia de tráfico se tratase. 

Saluda a los participantes, y en especial a Pedro Merino, el primer ciclista en repetir en la competición tras lograr la victoria final en la pasada edición. “Pedro sale con el jersey amarillo porque lo ganó el año pasado. Es la primera vez que nos ocurre que compita el vencedor del año anterior” decía Bahamontes.Tras el protocolario corte de cinta, Bahamontes da la salida neutralizada alzando una bandera a cuadros, parecidas a las de la Fórmula 1. Arrancaba así la última Vuelta a Toledo organizada por su ciclista más universal.

Bahamontes no solo cuida los detalles de la salida, también de la llegada. En la meta de Consuegra, actúa como uno más de la carrera. Dirige el tráfico de los coches, saluda a los aficionados que esperan en la meta y da algún toque de atención para que no se produzca ningún incidente y todo transcurra con normalidad. Cuando llega al sprint, Bahamontes recibe a todos los corredores con una bandera a cuadros. A los que llegan en cabeza, a los que llegan algo rezagados, al grupo que se ha formado detrás, e incluso al ciclista que va por delante del “coche escoba”.

En el podio, sigue pendiente de que todo vaya según lo previsto. Supervisa la entrega de premios y es aplaudido por los aficionados de Consuegra cuando sale a entregar el premio de la montaña, el mismo que él consiguió en seis ediciones del Tour de Francia entre los años 50 y 60. Termina el podio y toca esperar a la etapa de mañana. Tras ver a Bahamontes colaborando en todo lo que puede, nos resulta más impensable todavía que este año deje la organización de la Vuelta a Toledo.