Ivan Basso compartió habitación con la maglia rosa del Giro. El veterano italiano, vencedor de la ronda en 2006 y, después de cumplir su sanción, en 2010, firma su primera temporada con el Tinkoff. A sus 37 años, Contador le consideró su “padre” en carrera. “Será por la edad, que ya me ve mayor”, sonríe él. En serio, el escudero confirma que sirvió de guía para su capitán: “Sí, conozco Italia a la perfección y las claves internas de nuestra carrera”. En la bajada de Aprica debió actuar rápidamente para que Contador cambiara su rueda pinchada: “Fue un momento complicado, que superamos como el equipo sólido y unido que somos”.

¿Y cómo se mostró Contador en la intimidad? “Tranquilo, con las ideas claras. Sabía qué quería y compitió para conquistar el título”. Basso comenta que no hicieron falta palabras para que se comunicaran: “Algunas veces, ni hablábamos. Le conozco bien, disponemos de un gran feeling. Con mirarnos bastaba”. Sin embargo, guarda lo que le transmitió. “Le di algún consejillo. Sobre todo, le aporté mi experiencia para que apuntara al futuro con serenidad. Pero eso queda para nosotros. Lo importante es que logramos nuestro objetivo: el Giro. La siguiente parada del reto llegará en el Tour. Ojalá estemos mejor”.