GIRO DE ITALIA

Viviani se estrena en una grande y Pozzovivo se deja 1:09

La accidentada segunda etapa dejó numerosas caídas y un sprint en cuesta espectacular. Matthews (Orica) es la nueva maglia rosa por puestos.

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Viviani se estrena en una grande y Pozzovivo se deja 1:09
LAPRESSE/FABIO FERRARI REUTERS

Mano derecha arriba, dedo índice en dirección al cielo. Elia Viviani no pudo excederse en las celebraciones por su tremendo desgaste para ganar la segunda etapa del Giro: “Se trata de un sueño hecho realidad, lo he buscado durante mucho tiempo. Se lo dedico a Franco Farronato (su mecánico de confianza, fallecido hace dos meses) y a mi mamma (en Italia se celebró el día de la madre)”.

El italiano del Sky, de 26 años, remontó a Moreno Hofland y a André Greipel en un sprint espectacular, y consiguió su primera victoria en una grande. La Vía Venti Settembre de Génova ofrecía los últimos 700 metros al 2%, una ligera cuesta, pero muy exigente para un esfuerzo tan explosivo. Esta llegada le venía de lujo a Michael Matthews, la nueva maglia rosa por puestos, pero lanzó demasiado pronto su jugada. Aunque en este tipo de metas ha brillado en la presente temporada Lobato, el andaluz entró cortado.

El circuito en la hermosa capital de Liguria, revirado y técnico, unido a los nervios de la volata, provocó numerosas caídas. Dos de los aspirantes al triunfo, los IAM Pelucchi y Haussler, no pudieron disputar. Dayer Quintana sufrió severas magulladuras por su costado izquierdo. Y otros dos candidatos a lograr una buena general, Pozzovivo y Niemiec, se dejaron 1:09 y se alejan ya dos minutos respecto a sus adversarios directos. “Qué mal día”, resopló el menudo Domenico.

Peor le fue a Pieter Serry, escudero de Urán en la montaña, que abandonó con su clavícula derecha maltrecha. Tampoco terminó la jornada el panameño Carretero. “Salvamos la etapa sin problemas. Siempre se dice lo mismo, pero es importante no padecer percances”, analizó Contador. El Tinkoff le protegió en cabeza para evitar sustos.

Este lunes pinta más complicado: 2.300 metros de desnivel en tan sólo 136 kilómetros, con los dos primeros puertos de cierta entidad: Caprile (de 3ª) y Barbagelata (de 2ª, a 44 km de meta). Etapa pestosa, como la llaman en el argot. Hasta alcanzar Sestri Levante, el pelotón pasará por un continuo sube y baja, curva tras curva. Únicamente los diez km finales serán llanos.