MOTORES ELÉCTRICOS PARA BICICLETAS

Talleres ocultos instalan los motores eléctricos en las bicis

Desde 2011 la UCI vetó la propulsión que no fuera con el ‘tren muscular inferior’. Se prohibió la propulsión eléctrica. AS ha visitado talleres que instalan los motores eléctricos
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En la París-Roubaix de 2010 y en el Tour de Flandes, varios videos exhibieron maniobras sospechosas del ganador de ambas carreras: Fabian Cancellara, el suizo de Berna, hijo de padres italianos, poseedor de seis títulos mundiales contrarreloj... además del oro olímpico en los Juegos de Pekín, en 2008. Por las trazas, Cancellara (entonces en el Saxo Bank) daba toda la impresión de operar un botón cerca del freno derecho: y siempre que repetía el movimiento sospechoso, lo que venía a continuación era un imponente cambio de ritmo.

El excorredor Davide Cassani (actual seleccionador nacional de Italia) comentaba aquellas carreras para la RAI. Cassa­ni no dudó de que los movimientos de Cancellara se correspondían con el accionamiento de un motor eléctrico que le podía agregar hasta 200 vatios de potencia extra. “Es lo más ridículo que he oído en mi vida, me deja sin palabras”, se defendió Cancellara. “Atreverse a eso sería asumir un riesgo demasiado grande”, declararon portavoces de la Unión Ciclista Internacional (UCI).

Pero, de facto, la UCI confirmó que había una brecha legal: porque en 2011 pasó a cambiar expresamente su Reglamento para intentar impedir situaciones tan conspicuas como aquellas de Cancellara. Se pasó a reglamentar el llamado ‘fraude tecnológico’ con inhabilitaciones y suspensiones para ciclistas (castigo mínimo de seis meses, multa de hasta 200.000 francos suizos) y equipos: suspensión mínima de seis meses y multa máxima de un millón de francos suizos, casi el millón de euros. Pero...

Talleres. Hace un mes, L’Équipe recogió el testimonio del ingeniero húngaro Istvan Varjas, que afirmó fabricar al año una docena de esos motores. Según Varjas, “son totalmente silenciosos e ilocalizables para los mecánicos. Disponen de distintas medidas de potencia y mayor o menor autonomía”. Hasta 2011, la gran actividad sobre esos motores se centraba en Italia.

AS ha tenido acceso a uno de los talleres que instalan los motores. A condición de anonimato, el responsable de ese taller explica lo que se puede ver en el video ofrecido en as.com: “El motor, con punta helicoidal, entra ajustado dentro de la barra vertical del cuadro directo al eje pedalier. Permite superar los 50 km/h. Se puede hacer por encargo. El peso normal es 900 gramos. Mientras menos pese, más vale la aleación”. Hay quien afirma que el motor de Cancellara era de “500 vatios”. “Un problema es reducir al mínimo el sonido de la unidad, que funciona con baterías de litio”, se agrega.

Hasta 2014, la firma austriaca Gruber Antrieb (Vivax, desde 2014) ofrecía el kit completo del motor de 200 vatios a 1.750 libras esterlinas: unos 1.900 euros. “Si son de encargo y más mano de obra, la instalación completa puede costar 3.000 euros”, afirman en el taller. “Con Vivax, se puede transformar su bicicleta de carreras en una E-Bici de modo invisible”, reza la publicidad. Transformación posible. E invisible.