La ascensión a la Cumbre del Sol, en Benitatxell, Alicante, arranca casi a nivel del mar, a 79 metros, hasta alcanzar 445, con el Mediterráneo de fondo. Esos 366 metros de desnivel se escalan a lo largo de 3,75 kilómetros al 9,75% de pendiente media, con rampas que superan el 18%. En esta subida culminará la novena jornada de la Vuelta a España de 2015, con salida en Torrevieja el 30 de agosto. Para analizar sus características, Rafael Valls, reciente vencedor del Tour de Omán y alicantino de Cocentaina, pedaleó para Diario AS.

Pese a que se entrena habitualmente por su región natal, Valls no conocía la Cumbre del Sol: “Se trata de una cota escalonada, de las que me van bien: cortas, explosivas y con bastante dureza. Me recuerda a Peña Cabarga y a la Montaña Verde, aunque con menos longitud. Se adapta fenomenal a Purito”. De hecho, los paisajes de la Cumbre del Sol y Peña Cabarga son realmente similares, entre la montaña y el mar (el Cantábrico, en el caso del segundo puerto), y con antenas de telecomunicaciones en la cima.

Y arriba, junto a esas antenas, Valls se encontró con seis cicloturistas. “Gastas mucha menos mochila que nosotros, así cualquiera. ¿Y qué te ha parecido?”. El corredor del Lampre les dijo sus impresiones: “El primer y último kilómetro son difíciles, con porcentajes por encima del 10%. Hacia la mitad hay un descansillo e irás al 6%, más suave. También resultará importante colocarse en la parte delantera del pelotón, porque el inicio es estrecho”.

El descansillo del que habló Valls se alcanza en la urbanización que da nombre a este mini-puerto de primera categoría. Sin embargo, se denomina Puig de la Llorença y los vecinos de Marina Alta han empezado una campaña de firmas para que se utilice el topónimo en vez de Cumbre del Sol.

Alicante. La etapa discurrirá íntegramente por suelo alicantino y supondrá el cierre a la primera semana, la quinta meta en alto: antes se habrán disputado Caminito del Rey, Vejer, Cazorla y Capileira. Aunque contará con dos pasadas a la Cumbre del Sol, Valls no cree que se produzcan diferencias significativas: “En teoría, servirá para medir fuerzas, no para descartar a nadie. Ojalá me cuele en la pelea por ganar. En casa, ¡imagínate!”.