Juanjo Lobato es el rey de los repechos en la temporada 2015. El gaditano de Trebujena ya se impuso en Stirling, en el Tour Down Under, la primera carrera World Tour del año, y ahora ha repetido en Lucena, en la segunda etapa de la Vuelta a Andalucía, tras 192 kilómetros. Siempre con la carretera empinada, ahí es letal. “Parece que se me dan bien este tipo de llegadas”, dijo tras bajar del podio. Exultante. Su novia, Ana, y su madre, Juani, presenciaron su victoria en la localidad cordobesa. Emocionadas.

“Estoy tocado, pero no hundido”, decía Lobato por la mañana, tras pasar por el control de firmas en Utrera. En el primer sector del miércoles, el gaditano se vio implicado en la caída masiva que partió el pelotón en mil pedazos camino de Hinojos. Sufrió cortes en la cara y en una tibia, pero al día siguiente salió dispuesto a todo: “A ver si me puedo desquitar”.

Y se desquitó. De qué manera. En el repecho que coronaba la etapa, primero saltó el maillot rojo. Sí, Alberto Contador. El insaciable líder atacó en el último kilómetro: “Arranqué para probar”. Pero era el día para otro tipo de corredores. John Degenkolb, que también ha vencido este año en el repecho de Hatta en el Tour de Dubai, por delante de Alejandro Valverde y del propio Lobato, se erigía como el principal favorito junto al velocista del Movistar. El andaluz no se dejó sorprender esta vez y, bien colocado por su equipo, arrancó “en la distancia adecuada” y logró su segunda victoria, sexta de la formación telefónica, por delante del alemán. Muy sobrado.

Lobato, que ya piensa en la Milán-San Remo como “el principal objetivo”, es el segundo andaluz que moja en la Vuelta a Andalucía 2015, tras el triunfo del jiennense Javi Moreno en la contrarreloj del Coria del Río.

La Vuelta a Andalucía cambiará este viernes de personajes, porque afronta la ascensión a Hazallanas, una cumbre granadina que dominó Chris Horner en la Vuelta a España de 2013. El duelo de Alberto Contador y Chris Froome sube enteros.