En metas como la de Al Bustan, un sprint en cuesta cerca del puerto en el que el Sultán Qaboos atraca su barco, se hinchaba antes Valverde y se supone que debería hincharse ahora Sagan. Otro ciclista al que no se le dan mal estas llegadas, Cancellara, les arrolló con su potente rush final. En un primer momento, la organización puso a Van Avermaet como segundo clasificado. “Es imposible, venía remontándole y he entrado por delante”, decía Valverde. La corrección le dio la razón y le agradó: “¿Veis? Ya lo sabía yo”. Sagan, quinto, acumula top-tens, pero sigue sin estrenarse con el maillot del Tinkoff.

El murciano también describió cómo resultó la subida a Al Jissah, 1,4 kilómetros al 9% a 5 km de la resolución: “Arranqué un par de veces para cerrar huecos y probarlo. La ascensión se me hizo bastante dura por el calor y tantos días acostumbrado al llano de Qatar y Omán. Aunque las piernas duelen, me siento feliz por haber disputado. La Montaña Verde será otra historia, estoy segundo, en buena posición y condición, y comprobaremos ahí cómo se encuentran los rivales”. Nibali y Purito han quedado descartados tras entrar cortados, a 46 y 55 segundos. Sus en teoría escuderos, Fuglsang y Dani Moreno, continúan en la pelea, como Majka, Arredondo, Van Garderen, Caruso o Valls.

Fabian Cancellara, líder y vencedor de la primera edición del Tour de Omán, en 2010, firmó en 2014 una de sus peores temporadas como profesional: sólo dos triunfos, el campeonato suizo de contrarreloj y el Tour de Flandes. En este 2015 arranca con buen pie: “Quizá Omán sea una carrera pequeña, pero los adversarios son grandísimos nombres del pelotón. Hay que dar a las victorias el mérito que les toca, en citas de mayor o de menor importancia. Mi preparación la he enfocado a los Monumentos, a cosas más grandes, pero mientras me siento muy contento por ganar aquí”. Este jueves, jornada llana alrededor del cuartel general omaní, el Millennium Hotel, en Al Mussanah.