VUELTA A ESPAÑA

El potenciómetro le dicta a Froome los vatios y el plan

Inventado en 1986, controla como un ordenador a bordo. Registra altitud, velocidad, pulsaciones... y mide los vatios que genera cada pedalada.

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El potenciómetro le dicta a Froome los vatios y el plan
JESUS RUBIO

En 1986, el ingeniero alemán (de Dortmund) Ulrich Uli Schoberer consiguió conectar un medidor eléctrico de presiones y tensión (strain gauge) entre las bielas y la potencia, en el centro del manillar de una bicicleta. Con ajustes que vinieron del mundo de la informática a través de chips, Schoberer perfeccionó lo que hoy se conoce como powermeter o potenciómetro: medidor de vatios de potencia en cada pedalada. Va más allá de los pulsómetros. Ya resulta casi indispensable en la alta competición ciclista.

Conectado ahora a través de varios chips en ruedas y pedaliers, después de los perfeccionamientos de Schoberer en su empresa SRM (Schoberer Rad Messtechnik), el ordenador de a bordo que incluye el potenciómetro dicta con exactitud milimétrica registros de altitud, velocidad, pulsaciones... y mide los vatios que genera cada pedalada de cada ciclista, desde 0 a 4.200. Puede conectar a un ordenador central para emitir y recibir datos: hasta cuatro por segundo. Todo va en la pantallita que Chris Froome no deja de mirar como si la vida le fuera en ello. Le va.

LeMond. “Si me hubieras enseñado antes este invento, yo habría ganado más Tours y Mundiales”. Eso fue lo que en 1991 dijo a Uli Schoberer un tal Greg LeMond, ya ganador a esas alturas de tres Tours y un Mundial en ruta.

En general y para usar el potenciómetro con la intensidad y dependencia de Froome, se necesita ser... como el propio Froome: un ingenio humano capaz de vivir y dosificar cada etapa bajo riguroso autocontrol, un replicante o Terminator que prefiere desdeñar (no los necesita...) instintos y sensaciones. Quizá el perfil calculador de un Miguel Indurain (o del propio LeMond) podría acercarse a este tipo de maquinaria humana. A cambio y muy posiblemente, gente como Federico Martín Bahamontes o José Manuel Fuente habrían acabado arrojando el potenciómetro a un barranco bien profundo.

Sin duda, el programa de datos que usa Froome es de los más perfeccionados: bajo la guía del gurú galés Dave Brailsford (general manager del equipo), el Sky siempre ha ido a la vanguardia tecnológica. Hasta este 2014, Brailsford fue director técnico y de performances de la Federación Británica (British Cycling): planeó los éxitos de los pistards británicos en los Juegos de Londres, en 2012. Brailsford se hace asesorar de un equipo de cerebritos: Matt Parker (técnico de velocidad) y el médico Scott Gardner, entrenador y marido de la campeona olímpica Victoria Pendleton, Queen Victoria, y hoy, por matrimonio, Mrs. Victoria Louise Gardner.

Scott Gardner cita a Bruce Lee: “Haz todo lo preciso para ganar de modo simple y científico”. Brailsford y su equipo de cerebritos han usado tecnología militar: lásers de medición múltiple. Cuando se unen Dave Brailsford y Uli Schoberer... aparece Chris Froome.