Vuelta a España | 14ª ETAPA

Chris Froome no se raja

El ciclista británico dejó claro que tiene fuerzas, atacó al final y limó siete segundos a Alberto Contador. Hesjedal se impuso en la durísima ascensión a La Camperona.

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Chris Froome no se raja

Algún tipo de deformación (profesional o no) nos hace esperar que cada etapa sea mejor que la anterior y apriete todavía más la clasificación general. Imagino que pretendemos defender nuestra pasión, o justificarla, atraer otras miradas, hasta las más escépticas. Por tal motivo celebramos ayer la resurrección de Chris Froome, aunque su fascinante recuperación sea una amenaza para las opciones de los ciclistas españoles. Lo importante, colores al margen, es luchar contra quienes propagan la idea de que la Vuelta ya está decidida (gana Contador) y carece de interés.

Es posible que el pronóstico final no esté equivocado, pero del interés no se puede dudar. La ascensión a La Camperona, un fabuloso retorcimiento a cámara lenta, hizo hincapié en la igualdad de fuerzas entre los favoritos. De Froome a Valverde pasó medio minuto. Entre ellos llegaron Purito, Contador y Fabio Aru. Urán cedió 1:06 y su nombre cierra la lista de los seis candidatos al podio que se conservan en pie.

La general sigue siendo una clasificación incierta: Contador aventaja ahora en 42 segundos a Valverde, que ayer perdió 22. y Froome ya es tercero a 1:13, después de recortar siete segundos al líder. Purito no anda muy lejos: a 1:29. Aru y Urán (nombres casi capicúas) necesitarán de un ataque de largo recorrido o de un despiste mayúsculo de los primeros, quizá ambas cosas y algunas más.

Si tomamos como referencia la durísima subida a La Camperona para especular sobre el futuro, debemos concluir que Froome va a más, que Purito también crece, que Contador cede metros (tal vez centímetros) y que Valverde pierde gas. Dicho de otro modo: las diferencias se acortan. Ese es el dato objetivo, a pocas horas de subir a los Lagos y en vísperas de La Farrapona, la etapa reina de la Vuelta. Así es el argumento de nuestros sueños.

Pero no adelantemos acontecimientos. Para honrar el estreno de La Camperona, el primer ganador fue un ilustre: Ryder Hesjedal (33 años), canadiense de abuelos noruegos, quinto en el Tour 2010 y ganador del Giro 2012. También vencedor en Velefique, en la Vuelta de 2009. Sin duda, su formación en el mountain bike le ayudó a la hora de afrontar las rampas de hasta el 24%. El suizo Zaugg, compañero de Contador, sucumbió en los últimos metros al empuje de su rival, momento cruel en el que todos nos sentimos Zaugg (el que no gana siempre nos lo dedica a nosotros).

Nadie dudó esta vez de la bici de Hesjedal, objeto de polémica desde la séptima etapa, cuando el canadiense se cayó y su rueda trasera siguió girando un buen rato. No faltó quien apuntó la posibilidad de que pudiera llevar un motor incrustado que ayer fue localizado, por fin, en el interior del pecho del ciclista.

Hoy prosigue la batalla en el escenario clásico de los Lagos de Covadonga. Hoy sabremos si la goma de Froome es de tirachinas, si Contador acusa al cansancio, si Purito tiene más o si Valverde no se conforma con menos. Hoy continúa la fiesta.