La Camperona, un final espectacular

La rampa más dura de la Vuelta a España da inicio al tríptico

Arranca el tríptico leonés-asturiano de alta montaña, tres etapas que dejarán definida la general de la Vuelta. En la de hoy, los tres últimos kilómetros de La Camperona son al 15%.

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La rampa más dura de la Vuelta a España da inicio al tríptico
H. Garrido

Hoy arranca el tríptico leonés-asturiano de alta montaña, tres etapas que dejarán bien definida la general de la Vuelta. Para esta tarde, Collada de la Hoz, de segunda categoría, San Glorio, de primera, y meta en la inédita Camperona, también de primera. Mañana tocarán los Lagos de Covadonga y el lunes, La Farrapona.

La Camperona, 8,3 kilómetros al 7,5% de pendiente media, cuenta con los últimos tres kilómetros de su subida al 15% de desnivel (se alcanza el 24%). Más que Ézaro y el Cuitu Negru (14,1%), y más que la Bola del Mundo (10,6%). Se convierte así en la mayor rampa de la Vuelta, apodada en la región como la Cuestona.

Javier Guillén, director de la ronda, completó La Camperona para AS el pasado mes de mayo: “Se trata de una ascensión bestial, otra dentro de nuestra filosofía de finales espectaculares. Todas nuestras rampas son tremendas, pero ninguna se parece a otra. Ézaro tiene un tramo que resulta un auténtico muro, en la Bola del Mundo las curvas te destrozan, al Cuitu se llega después de coronar Pajares... y aquí no existe ni un metro de descanso”.

Concentrados. Alberto Contador, líder de la Vuelta, no ofrece ninguna novedad: “Serán tres etapas realmente duras. Confío en mis compañeros para controlar la carrera. Tendré que estar atento en cabeza y vigilar los movimientos de mis rivales más complicados. Concentración, día a día y a ver cómo respondo en estas jornadas de máxima exigencia. Si veo la oportunidad, lo probaré. Me siento tranquilo y podré actuar con sangre fría. Llevaré un 39x30 y 53x11 para no quedarme corto de desarrollo”.

Alejandro Valverde, segundo en la clasificación, a sólo 20 segundos, acepta el reto de buscar el maillot rojo: “Para las etapas que faltan por disputar, no lo considero una diferencia insalvable. Quizá poco a poco, incluso con bonificaciones, recorte ese tiempo. Comprobaremos cómo nos encontramos a medida que transcurran estas fechas. Que lleguen días difíciles me produce una mezcla de respeto e ilusión”.

Urán, tercero a 1:08, y Froome, cuarto a 1:20, no esconden sus intenciones: “Dar el máximo y disminuir la desventaja. Aún resta muchísima montaña para aspirar a desbancar a los que hay por delante”. A Purito, quinto a 1:35, especialista en pendientes extremas, le gustaría inscribir su nombre en otro muro: “¿Por qué no? Cualquier opción que se presente para ganar y remontar será bienvenida”.