Una caída masiva en el kilómetro 20 de la jornada acabó con la Vuelta de Nairo Quintana. La ambulancia de carrera le evacuó inmediatamente a la Clínica San Miguel de Pamplona, donde las exploraciones confirmaron una fractura de la escápula derecha con desplazamiento. Según informó su escuadra, será intervenido este jueves (a las diez de la mañana) por el doctor Jesús Alfaro, traumatólogo del centro hospitalario navarro.

Antes de que comenzara la etapa, el colombiano acudió a la presentación del libro ‘Nuestro Ciclismo, por un Equipo’, donde se le vio cojear de manera notoria como consecuencia de su brutal impacto contra un guardarraíl en el descenso de la contrarreloj de Borja. Los técnicos del Movistar aseguraron que se sentía peor de lo esperado, con “fuertes dolores” en la rodilla y el tobillo izquierdos. Nairo no superó el segundo golpe.

Residente en Gorraiz (a seis kilómetros de Pamplona) si no se encuentra en su Colombia natal, Quintana no consiguió esquivar a Steve Morabito, también retirado a causa de la montonera. Morabito pegó un bandazo y Nairo terminó en la cuneta. En directo, en TVE, José Luis Arrieta, el director del equipo telefónico, señaló equivocadamente a la moto de AS como la culpable del accidente. Nuestro fotógrafo, Jesús Rubio, marchaba detrás de los corredores afectados y captó esas imágenes. De hecho, Jesús y su conductor, Tucho, se cayeron debido al percance. Jesús aclaró y descartó las palabras de Arrieta en el micrófono de Juan Carlos García.

Alejandro Valverde, testigo directo, ofreció la versión tal como sucedió: “El lío se produjo justo a mi lado. Nairo venía detrás. Íbamos por el puesto 40º Erviti, Nairo y yo. Se tropezaron varios delante y, mientras yo logré evitarles, él no pudo y se fue al suelo”. Los comisarios de la ronda confirmaron que no existieron denuncias o reclamaciones contra nadie, y que ninguna moto o vehículo tuvo absolutamente nada que ver con ese incidente. Se trató, simplemente, de mala suerte, un lance habitual de las carreras.