Alejandro Valverde (Movistar) se ha mostrado tranquilo tras una etapa muy movida. Muchas caídas, muchos ataques, muchos intentos de fuga, muchos sobresaltos que no han impedido que el murciano se vista de rojo al término de esta séptima etapa de la Vuelta España que se ha adjudicado el italiano Alessandro De Marchi (Orica).

Primeros abandonos resultado de diferentes caídas en las que se ha visto envuelto uno de los favoritos, el británico Chris Froome. El líder del Sky se ha caído en el inicio de la ascensión al Alto de Íllora (3ª). En ese momento Tinkoff-Saxo rodaba en cabeza de pelotón y esta imponiendo un ritmo fuerte, la división del pelotón se estaba fraguando cuando se ha comenzado a extender la noticia entre los corredores. "Nos han dicho que Froome se había caído. Hemos avisado para que no hubiese ataques. En ningún momento hemos tirado a tope para dejar colgado a Froome, hay que respetar", declaró Valverde en línea de meta.

"Ha sido un día complicado. Había que estar muy atento porque ha habido muchas caídas y podía ser peligroso, pero hemos terminado bien", continuó explicando el líder de la Vuelta. Quiero serlo en etapas venideras, para ello tendrá que sufrir, como ha ocurrido hoy. "Andalucía es un territorio muy complicado. Hoy no ha hecho tanto calor como ayer pero aún así ha apretado bastante, ha sido muy duro", relataba un Valverde que no se fía de Albacete, siguiente zona que visitará el pelotón. "El viento allí es muy complicado. Debemos estar muy atentos e intentar rodar en cabeza, no es complicado pero el líder debe hacerlo", sentenció.