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Tour de Francia | La intrahistoria

Andrew Talansky lloró de dolor para salvar el fuera de control

Talansky sufrió en la primera semana dos durísimas caídas que le “martirizan” desde hace unos días: “Padezco un importante dolor de espalda, pero no me iba a retirar".

Actualizado a
Andrew Talansky llegó a 32:05.
Reuters

Cinco minutos antes del cierre de control llegó Andrew Talansky a la meta de Oyonnax. No le apodan Pitbull por nada: técnicos, compañeros y rivales destacan de él su coraje y tenacidad. El público le dedicó una atronadora ovación. El estadounidense se descolgó tras un pinchazo. Descartado de la lucha de la general, ningún compañero del Garmin se quedó a esperarle.

Talansky sufrió en la primera semana dos durísimas caídas que le “martirizan” desde hace unos días: “Padezco un importante dolor de espalda, pero no me iba a retirar sólo por eso. Continué por mis chicos del Garmin y por respeto a esta carrera”. Durante un rato pareció que se bajaba de la bici, sentado en un guardarraíl, con lágrimas en los ojos. Sin embargo, llegó a Oyonnax.

En La Planche des Belles Filles sucedió algo parecido con Tiago Machado, ciclista del NetApp. El portugués se cayó en el descenso del Petit Ballon. Tras sufrir un fuerte mareo y llegar a desorientarse, se salió de la ambulancia y siguió con una herida tremenda en su brazo izquierdo hasta la meta. A Machado y su compañero Schillinger les repescaron los comisarios. Ayer entró a 18:15: “Por suerte, sigo en este Tour de Francia... y vivo”.