Dice Nibali que Contador tiene “mucha visión de carrera y una gran inventiva”. Y Froome debería tomar buena nota. En la quinta etapa del Dauphiné, Alberto le pilló en fuera juego en un descenso a 34 km de meta y se lo hizo pasar mal.

Contador, que en un principio contó con la colaboración de su compañero el portugués Paulinho, aunque por poco tiempo, se marchó en la bajada del penúltimo de los seis puertos (La Morte) de esta escarpada jornada. No fue la muerte para Froome, pero se llevó un buen susto. Alberto llegó a tener un minuto de ventaja en la ascensión al último puerto (Laffrey). Finalmente fue atrapado a 18 km de meta, pero el Sky se llevó un buen sofocón. Froome perdió compañeros en la persecución y al final sólo le quedaron dos, Mikel Nieve y Richie Porte. Y el pelotón quedó reducido a una treintena de corredores.

Por delante de esta escaramuza, marchaba una fuga de 16 corredores, de los que el más fuerte, con diferencia, fue el esloveno Simon Spilak, que dejó a todos atrás en la última ascensión para ganar por solo 14 segundos de diferencia sobre el holandés Kelderman, que con los tres segundos que sacó al grupo de favoritos y los seis de bonificación por el segundo puesto en meta empata a tiempo con Contador, los dos están ahora en segunda posición a doce segundos de Froome.