Ausente Marcel Kittel, Nacer Bouhanni se ha convertido en el dominador indiscutible de las llegadas masivas en el Giro de Italia. Este martes, en la décima etapa, el francés de la Fdjeux conquistó su tercera diana en esta corsa rosa al superar en los metros finales previos a la meta de Salsomaggiore a Nizzolo y Matthews. El sprint estuvo marcado por una caída masiva en los últimos 800 metros, que dejó el grupo de cabeza muy reducido (nueve ciclistas) y se llevó por delante a Tyler Farrar y Elia Viviani, dos hipotéticos candidatos a la victoria.

Los compases iniciales de la etapa estuvieron marcados por la fuga de Marco Bandiera (Androni) y Andrea Fedi (Neri Sottoli), que llegó a alcanzar hasta 6:45 de diferencia en una escapada que comenzó en el kilómetro 10. Los dos italianos aguantaron el tipo hasta que quedaban 20 kilómetros a meta, cuando el Omega Quick Step puso en marcha su tren y en menos de diez kilómetros recortó tres minutos al atrevido duo local. En plena persecución pelotón-escapados, el belga Yannick Eijsen (BMC), fue al suelo y se lo llevó la ambulancia. Una vez el pelotón agrupado Omega, Fdjeux, Cannondale y Giant se repartían la cabeza de carrera... hasta que llegó el tropezón de Farrar y la victoria de Bouhanni. Cadel Evans sigue al frente de la general.