La Vuelta al País Vasco comienza hoy con dos notas de color: la ausencia del naranja del Euskaltel-Euskadi, que ha acompañado a la caravana ciclista durante dos décadas, y el amarillo del sol que, cosa rara desde tiempos muy lejanos, está previsto que sea fiel socio del pelotón en estos seis días.

Alejandro Valverde presentó este sábado en Estella, en el Gran Premio Miguel Indurain, su candidatura a la victoria absoluta en la cita vasca. Le falta subir ese último peldaño en una ronda que ha acariciado en dos ocasiones desde la medalla de plata. Bien es cierto que al murciano le faltan todavía kilómetros en su objetivo de afrontar con garantías las clásicas de las Ardenas, pero tras su fulminante ataque del sábado en la prueba navarra, a falta de 20 kilómetros para el final, que dejó a todos boquiabiertos, demostró que está muy bien de forma para afrontar la carrera. También está presente la opción de Contador (adora Euskadi desde que cubrió su primer año como amateur en Azpeitia), aunque quizá está más saturado de kilómetros que Valverde tras vencer en la Tirreno-Adriático y ser segundo en Catalunya con una meteorología muy adversa, que le pudo desgastar.

En el ramillete de favoritos no convendría olvidar al norteamericano Van Garderen, un corredor joven al que la contrarreloj de 26 kilómetros del último día le va muy bien y que llega tras el tercero de la semana pasada en Catalunya. Ojo también a Rui Costa, Betancur, Spilak y Kwiatkowski.

Hoy se disputa la primera jornada con salida y llegada en Ordizia y siete altos de montaña, el último, Gaintza, a siete kilómetros de meta. Una auténtica trampa que resultará dura después de 147 kilómetros en los que se va a ir muy rápido. Esta primera etapa suele provocar una primera selección.