En la previa, pocos dudaban de que Michael Matthews, el hombre más rápido y con mejor equipo, iba a ganar la Vuelta a La Rioja. Y así fue. El Orica desplegó un perfecto trabajo de control, y el australiano impuso su velocidad en la meta ubicada en el bello Paseo del Espolón de Logroño. A escasa distancia de las calles Laurel y San Juan, Bling (le apodan así por su forma de vestir y los piercings que luce) tenía bien cerquita el lugar idóneo en el que celebrar su primer triunfo de la temporada 2014. Matthews batió en la volata al caja rural Francesco Lasca, vencedor de la edición de 2013, y al burgalés Carlos Barbero, del Euskadi, en un gran momento de forma después de conquistar la Vuelta al Alentejo.