Dopaje

Diez años de Jesús Manzano: el tiempo le ha dado la razón

Entre el 24 y el 28 de marzo de 2004 se publicaron en AS los cinco capítulos de las denuncias de dopaje de Jesús Manzano, un escándalo sin precedentes
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Madrid
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Diez años de Jesús Manzano: el tiempo le ha dado la razón
JESUS RUBIO DIARIO AS

Lance Armstrong iba respondiendo con un sencillo “yes” a las preguntas de la entrevistadora Oprah Winfrey. “¿Se ha dopado?”: “Yes”. “¿Tomó EPO?”: “Yes”. “¿Usó dopaje sanguíneo?”: “Yes”. “¿Tomó anabolizantes, cortisona u hormona de crecimiento?”: “Yes”. Era el 18 de enero de 2013 y el texano reconocía haber consumido un arsenal de sustancias que ya había presentado públicamente en sociedad un ciclista español, Jesús Manzano, durante sus confesiones en AS, entre el 24 y el 28 de marzo de 2004. Cinco capítulos de cuatro páginas narrados en primera persona que desvelaron con crudeza las prácticas fraudulentas del pelotón.

Diez años después, Jesús Manzano es muy amigo de decir que “todo sigue igual”. Pero aunque aún quedan sombras en la lucha antidopaje, desde que el excorredor del Comunitat Valenciana-Kelme habló en AS nada sigue igual en el deporte español y... mundial. Hay una ley antidopaje, una agencia estatal, unas ochenta operaciones policiales con más de 900 detenidos, positivos ilustres... El tiempo ha dado la razón a Manzano. Punto por punto.

Ya en aquel 2004, dos ciclistas del Phonak, Tyler Hamilton y Santi Pérez, se convirtieron en los primeros positivos por transfusión homóloga de sangre. Se habían intercambiado las bolsas de sangre por error. Un año después, a Roberto Heras se le detectó EPO en la orina durante la Vuelta a España. En mayo de 2006, Hamilton, Heras y Santi Pérez fueron tres de los más de 50 ciclistas identificados en la Operación Puerto, la mayor redada policial contra el dopaje que ha habido en este país.

La Operación Puerto siguió al dedillo el guión marcado por Manzano dos años antes en AS. De hecho, el exdeportista colaboró personalmente con la investigación, que encabezó el entonces teniente de la Guardia Civil Enrique Gómez Bastida, hoy comandante en excedencia y director de la Agencia Española Antidopaje. Los médicos Eufemiano Fuentes y Merino Batres, líderes de la trama, ya habían sido señalados por Manzano, al igual que Ignacio Labarta, Yolanda Fuentes y Vicente Belda. Junto a ellos fueron detenidos Manolo Saiz, Alfredo Córdova y Alberto Léon.

El juicio oral se celebró en 2013, después de dos sobreseimientos con sus correspondientes reaperturas. Merino Batres (por enfermedad), León (por defunción) y Córdova (exculpado en la instrucción) no se sentaron en el banquillo. Eufemiano ha sido condenado a un año y Labarta a cuatro meses, pero el médico canario puede seguir ejerciendo la medicina. La sentencia está recurrida en la Audiencia Provincial de Madrid y, entre otras cosas, hay una petición de muestras de las bolsas de sangre para poder incoar expedientes deportivos. Una solicitud que ha sido negada por los dos jueces anteriores.

En este periodo, la Puerto generó nubarrones negros en la imagen exterior de España, porque sólo se identificaron a ciclistas y, dentro de estos, no estaba Alejandro Valverde. Una pícara actuación del Comité Olímpico Italiano (CONI) logró la sanción del murciano. Tan sólo otros cuatro corredores fueron sancionados por su implicación, todos ellos fuera: Ullrich, Jaksche, Scarponi y Basso.

La Operación Puerto tuvo ramificaciones en otras dos intervenciones policiales. En la Grial, en noviembre de 2009, fue detenido Walter Virú, también señalado por Manzano en su serial. Los investigadores de la Puerto no habían dispuesto de efectivos para vigilar al médico peruano en 2004. Este caso implicó a un deportista ilustre: el atleta Paquillo Fernández, suspendido dos años.

Otra extensión de la Puerto fue la Galgo, que golpeó al seno del atletismo y apuntó a las conexiones entre Eufemiano Fuentes (otra vez detenido) y Manuel Pascua Piqueras. Entre los arrestados en diciembre de 2010 había dos atletas: Marta Domínguez (identificada por los investigadores como Urco en las bolsas de la Puerto) y Alberto García. Una desastrosa instrucción de la Guardia Civil acabó con el sobreseimiento del caso. Sólo un deportista, sorprendido cuando iba a hacerse una transfusión, fue sancionado: Alemayehu Bezabeh. El exciclista de montaña Alberto León, también imputado en la Puerto, volvió a ser detenido y días después apareció ahorcado en su casa.

Marta, a la que ya se vinculó a dos de esos casos, ha sido recientemente absuelta por la Federación Española de Atletismo, tras la apertura de un expediente por valores anómalos en su pasaporte biológico por parte de la Federación Internacional (IAAF), que solicitaba cuatro años de sanción. Todo apunta a que recurrirá al TAS.

Además de las operaciones contra el dopaje, también ha habido importantes cambios legislativos. Tras el caso de Manzano, que se hizo público unos días después de las elecciones ganadas por el PSOE en marzo de 2004, el nuevo presidente del CSD, Jaime Lissavetzky, entendió como una necesidad prioritaria la modificación de la Ley (se aprobó en noviembre de 2006) para castigar la distribución y la incitación al dopaje. Durante el reportaje de AS, Manzano había propuesto: “Mientras no se sancione a médicos y directores, no se acabará con el dopaje”. La Ley vino acompañada de la creación de la Agencia Estatal Antidopaje, que puso en marcha Martín del Burgo el 1 de septiembre de 2008. Desde entonces ha habido ya cuatro directores, lo que ha impedido su consolidación.

Tras las siguientes elecciones, ganadas por el PP, se redactó y aprobó una nueva Ley en 2013 adaptada al Código Mundial Antidopaje, ya con Miguel Cardenal como presidente del CSD. La Ley da más competencias a la Agencia, que potenció e impulsó Ana Muñoz Merino y que actualmente dirige Enrique Gómez Bastida, tras un efímero paso de Manuel Quintanar.

Sí, Enrique Gómez Bastida... El mismo guardia civil que instruyó la Operación Puerto, el mismo que un día metió a Jesús Manzano en un despacho para que le diera detalles sobre las confesiones que había hecho en AS en 2004... Gómez Bastida trabaja ahora para lograr el más difícil todavía: una confesión colectiva de deportistas y exdeportistas para aclarar el pasado del dopaje español, un ambicioso plan basado en arrepentidos... Hace diez años, y aunque muchos lo quisieron tapar con una campaña de desprestigio, Manzano fue el primer arrepentido. Y nada ha sido igual desde entonces.