Pelucchi gana a los galácticos y se lo dedica a Kristof Goddaert

Matteo Pelucchi, velocista de 25 años del IAM, se llevó la segunda etapa de la Tirreno por delante de la creme de la creme de los sprinters: Arnaud Demare, Marcel Greipel y Peter Sagan. Mark Cavendish, líder de la prueba, no se metió en la volata, pero conservó el jersey azul. Marcel Kittel no la disputó por una caída en una rotonda a falta de 2,5 kilómetros. El alemán, enfurecido, lanzó su bicicleta contra la carretera. "Pido disculpas. Todavía amo a mi Giant. Tenemos una intensa relación", publicó en Twitter nada más cruzar Cascina. Aunque se dolió notablemente de su clavícula izquierda, no sufre más lesión que los golpes, en el hombro y el orgullo.

Pelucchi pasó a profesionales con el Geox, en 2011, año en el que logró su primera victoria en la Clásica de Almería. Debido a la desaparición de la estructura, firmó con el Europcar. Tras una irregular temporada en el equipo francés, fichó por el IAM suizo en 2013. En el reciente Tour de Qatar compartió habitación con Kristof Goddaert, fallecido pocos días después (el 18 de febrero) en un accidente en Amberes: "Quería ganar como fuera para dedicárselo a Kristof. Todo el IAM lo ha buscado con fuerza. Además, lo he conseguido por delante de grandísimos corredores". Se trata también del primer triunfo de su escuadra en 2014.

Alex Dowsett, del Movistar, último superviviente de la escapada de la jornada, fue atrapado a siete kilómetros de la llegada. David de la Cruz se metió en esa fuga. El NetApp, invitado al próximo Tour, decidirá su alineación en función a los méritos de sus ciclistas, pero parece que a su líder, Leopold Konig, nadie le toserá su plaza. Así que el catalán busca lucirse en cada prueba en la que participa: "De aquí hasta la selección debo ganarme mi hueco. Sería un sueño ir al Tour". De la Cruz, un todoterreno que empezó en este deporte a los 18 años, debutó en una grande en la Vuelta de 2013. Sin embargo, una lesión de rodilla le impidió terminarla.