-Aclárenos, ¿qué pasó con la ruptura del acuerdo con Fernando Alonso?

-No puedo entender como alguien que va a poner 20 ó 17 millones de euros, y que quiere hacer un gran proyecto no sepa cómo funciona. Alonso está mal asesorado. Se quedó impresionado porque la UCI le comunicó que en el primer año no podría ser equipo World Tour. Se tiene que asesorar bien, el ciclismo es tan complicado como la Fórmula 1, o más. Pensaba que pondría el dinero y haría lo que quisiera. Esto no es así. Euskaltel le presentó las cosas claras y no tiene ninguna culpa. Alonso se metió donde no sabe. Él tenía una idea y cuando vio lo que le ofrecía Euskaltel ya no lo quiso. Se precipitó. Yo creo que Fernando Alonso ha estado muy mal asesorado, sigue estando muy mal asesorado. Tengo ganas de ver ese proyecto, porque saldrá a la luz porque hay dinero, pero tengo que verlo porque en ciclismo está todo inventado.

-¿Se arrepiente de haber cogido un proyecto que ha durado sólo seis meses?

-Me metí en la boca del lobo, no debí haberlo hecho. Tenía que haberlo cogido otra persona que hubiera estado fuera de todo este círculo. Esta persona tenía que haber visto este proyecto e impulsarlo, yo creo que hubiese salido mejor. Lo cogí porque era irrechazable, pero he sufrido mucho y he aprendido muchísimo. He hecho un master en conflictos laborales impresionante. Ha sido duro y sufrido

-¿Se siente culpable de la desaparición del equipo?

-Yo no soy quien destruye este proyecto. Este proyecto no sé quién lo ha destruido, pero no he sido yo. Se ha acabado sin saber por qué. Al final he sido la cabeza de turco, lo asumo, lo cojo y tiro para adelante.

-Este proyecto cambió la filosofía del equipo. Los ciclistas extranjeros no han funcionado y además han dado problemas...

-Si a día de hoy me preguntan si ficharía extranjeros diría que no. Ha sido tan desastroso todo... En un principio se impulsó el proyecto, luego se paró y luego se destruyó. Si me dicen que si lo haría otra vez, respondería que ni loco. He perdido muchas cosas.