Oculto tras sus gafas de sol, el líder de la Vuelta, Vincenzo Nibali, explicó a los periodistas por qué las llevaba y por qué tenía el aspecto de cualquiera de sus compañeros kazajos: "Me picó una abeja en la frente mientras me entrenaba en el día de descanso. No tuve problemas en el momento porque no soy alérgico, pero por la noche se me inflamó la cara y apenas podía abrir los ojos por la mañana. Poco a poco ha mejorado la hinchazón. Afortunadamente, pude ver bien durante la crono y no me afectó".

El italiano no pudo tomar ninguna medicación porque lo impiden las normas de la UCI y del Movimiento por un Ciclismo Creíble: "Es muy injusto que no te permitan tratarte cuando sucede algo tan evidente. Lo pedí y mi solicitud fue rechazada, fue muy fastidioso".

Otra vez líder. Pese a la picadura, hizo la mejor contrarreloj entre los aspirantes a conquistar la Vuelta: "Estoy feliz por recuperar la maglia roja y por el tiempo que saqué a mis rivales. La Vuelta es muy dura, queda mucha montaña por delante y toda la ventaja que consiga siempre será positiva".

Respecto a sus adversarios, sigue sin contar con Horner: "Considero a Valverde y Purito como los enemigos a tener en cuenta. Alejandro hizo una crono muy brava, con pinchazo incluido, lo que demuestra su fortaleza. Aunque Purito cedió más de lo que esperaba, deberé vigilarle de cerca".