Miguel Indurain ganó el sábado el Campeonato de Navarra de contrarreloj júnior. No es que el pentacampeón del Tour haya rejuvenecido de golpe. Sino que su hijo, del mismo nombre, fue el más rápido en recorrer los 10 km de la prueba, en 14:56, a una media de 40,18 kilómetros por hora. “La genética le tira más hacia rodador. Tiene la pierna larga”, explicó el padre en una entrevista con el Diario de Navarra, hablando de las cualidades de su retoño. Pero la ruta tampoco se le da mal. El pasado mes también ganó el regional de fondo.

Miguel Indurain López de Goicoechea tiene ahora 17 años y, tras probar en otros deportes como el karate o el fútbol, hace cinco decidió seguir la estela de su padre. Desde entonces, pertenece al Club Ciclista Villavés y luce el maillot del Beola Motor. “Ha mejorado bastante y el próximo año ya correrá con los Sub-23. ¿Que si le veo madera? ¡Ufff! Los grandes salen cada cincuenta años. Era muy difícil que el hijo de Cruyff llegara al nivel de su padre, por ejemplo”, explica Pepe Barruso, presidente del club de la localidad natal de los Indurain.

El exciclista sale con su hijo por las carreteras de vez en cuando y, dentro de su discreción habitual, se le puede ver también en las cunetas apoyándole o dándole consejos, como el sábado mientras hacía rodillo con su Pinarello de contrarreloj, la misma montura en la que él confió para marcar una época.