Alberto Contador ha avisado a sus rivales para el próximo Tour de Francia de que tiene ganas de batalla. En una etapa con un final duro (dos cotas cortas pero de gran desnivel) en la segunda etapa del Tour de Omán, el de Pinto aprovechó que estaban presentes todos sus teóricos enemigos para lanzar un hachazo en el primer repecho que nadie pudo seguir y que los favoritos sólo pudieron neutralizar en la bajada.

Una vez juntos de nuevo, otros como Nibali o Cancellara lo intentaron, pero fue Peter Sagan, al que el final le venía que ni pintado, el más listo en los últimos metros para tomar una ligera ventaja que le daría la victoria y le convierte en el nuevo líder. A cinco segundos llegaron un grupo con Gallopin, Froome, Elmiguer y Nibali, que intentaron en vano alcanzar al eslovaco. Contador entró a once segundos con el resto de favoritos donde estaban Wiggins (Sky), Evans (BMC) o Purito (Katusha).

“Al que mejor he visto en el final ha sido a Alberto”, comentó en la llegada Nibali. Y es que Contador, que ya había avisado que tenía ganas de intentarlo en la cuarta jornada (subida a la ‘montaña verde’), no desaprovechó ayer las rampas de Al Hamriya, a 20 km de meta, para probar qué tal estaba de piernas: “Las sensaciones están mejorando”. Purito, en cambio, se limitó a sufrir para llegar con los mejores: “Quería ver qué tal, pero aún no me encuentro en mi mejor momento”.

La tercera etapa, de 190 kilómetros entre Nakhal Fort y Wadi Dayqah Dam, volverá a tener un final rompepiernas al final que podría volver a animar a los hombres importantes. Y si la carrera se anima, Contador tiene ganas de disfrutar.