La entrevista televisada en la que Lance Armstrong confesaba que se había dopado durante su época de mayor gloria deportiva —los siete Tours de Francia— no ha conseguido restaurar su reputación. A esta conclusión ha llegado un estudio basado en comentarios que se han publicado en la red social Twitter.

“Lo más destacado en nuestro análisis es la poca simpatía que despierta”, dijo Charlie Dundas, de la compañía de investigación Repucom, especializada en el deporte.

“El tono de la charla en torno a la entrevista de Oprah Winfrey destacó el nivel de decepción y enfado que existe. Está claro que el público está lejos de perdonar a Lance Armstrong”, dijo.