Jesús Manzano, testigo de cargo en la Operación Puerto

Dopaje

Jesús Manzano, testigo de cargo en la Operación Puerto

Jesús Manzano, testigo de cargo en la Operación Puerto

Seis años y medio después de la Operación Puerto tendrá lugar el juicio. La defensa de Eufemiano admite que hubo transfusiones, pero que no existió riesgo para la salud.

La macrosala del Juzgado de lo Penal número 21 de Madrid acogerá, del 28 de enero al 22 de marzo, el juicio de la Operación Puerto. Eufemiano Fuentes será, a las 10:00 horas, el primer imputado en declarar. Luego le seguirán su hermana y también médico Yolanda Fuentes, el hematólogo José Luis Merino Batres y los directores Vicente Belda, Manolo Saiz y José Ignacio Labarta. Para todos ellos se piden dos años de prisión por un delito contra la salud pública (artículo 361 del Código Penal).

En 2006, cuando la Guardia Civil requisó 206 bolsas de plasma y sangre, el dopaje no era delito. Así que lo que se juzga es si en el proceso de extracción, centrifugación para elevar la concentración de hematíes y, con ello, el hematocrito, congelación y posterior reinfusión hubo "peligro para la salud al aumentar la viscosidad de la sangre y con ello el esfuerzo al que se somete al corazón, concretándose en riesgos para el sistema bascular (sic), daños renales, reacciones alérgicas e, incluso, daños cardíacos", según reza el escrito del fiscal.

En el juzgado.

En ese contexto, Jesús Manzano, el exciclista que desveló en AS las practicas dopantes que se seguían en el Kelme de Belda, Labarta y Fuentes, aparece como testigo de cargo, como pieza clave. Por ello, ayer acudió por petición propia al Juzgado 21 para someterse a un examen forense por parte del médico Francisco Aguanell, que le reconoció la complejidad de lo que se les avecina, acostumbrados a evaluar, principalmente, agresiones de todo tipo.

La defensa de Manzano, personado como acusación particular, quiere demostrar que sí hubo riesgo. "El juicio oral se abre por la cuestión del hematocrito y el de Jesús llegó a niveles dramáticos (hasta un 56%, según confesó). Y en 2003 sufrió un desfallecimiento al recibir una transfusión", cuentan desde su despacho. Ese día de julio en el que, en Valencia, se le inyectó sangre de una bolsa mal conservada que antes había pasado por el Tour y por la que casi vuelve a Madrid "en una caja de pino". También aportó la Cartilla de Salud de la UCI donde se detallan las infiltraciones de cortisona que dañaron su rodilla izquierda.

Refrigeradores.

El abogado de Fuentes, Belda y Labarta, en su escrito de defensa, admite sin tapujos que existieron esas autotransfusiones, pero se centra en demostrar que estas se hicieron en las condiciones higiénicas y médicas adecuadas. De hecho, lo último que pidieron incorporar recientemente a los documentos del juicio son los folletos de especificaciones técnicas de los refrigeradores Revco Elite en los que invirtieron más de 7.000 euros. Todo material de primera, como las bolsas Grifols donde se transportaba y congelaba la sangre o las máquinas ACP 215 de centrifugado.

Por la sala, que gobernará la magistrada Julia Patricia Santamaría, desfilarán 13 peritos (algunos del fuste de Jordi Segura, director del laboratorio de Barcelona, el del método de los plastificantes) y 35 testigos, entre ellos bastantes ciclistas: Michele Scarponi, Ivan Basso, Jorg Jaksche, Marcos Serrano, David Etxebarria, Isidro Nozal, Joseba Beloki, Gioampaolo Caruso, Unai Osa... Todos identificados como clientes (también testificará Alberto Contador el 5 de febrero, reclamado por la defensa de Saiz que le dirigió en el Liberty y que no estuvo implicado), pero parece improbable que ninguno admita riesgo para su salud. Por eso Manzano es fundamental, es el testigo de cargo.

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