El caso Armstrong está siendo una especie de Huracán Sandy para el ciclismo. Y ante tan tremenda tormenta la UCI, por fin, se ha decidido a afrontar el asunto y, también por primera vez, no se va a limitar a dictar órdenes, sino que pedirá la ayuda de todos los estamentos ciclistas en una consulta en la que escuchará "todas las recomendaciones que puedan permitir la restauración de la confianza en el ciclismo", dice el comunicado de la UCI.

Van a hablar con todos: ciclistas, organizadores, equipos, federaciones, incluso periodistas. De estos encuentros saldrán luego grupos de trabajo que estudirán medidas contra el dopaje y de recuperación de la imagen del ciclismo. Con sus conclusiones la UCI tratará de llegar a "mejoras duraderas para resolver los problemas que afectan al ciclismo y colabrorar en la construcción de un futuro más sereno".

La consulta se quiere empezar en el próximo enero para abarcar el primer trimestre de 2013. Aún está por decidir el calendario y qué grupos de trabajo se formarán, que serán varios. Los días 3 y 4 de diciembre está prevista la reunión anual de la UCI con equipos y organizadores en la que ya se empezará a trazar este plan de salvamento del ciclismo.

"Debemos trabajar unidos para reparar las consecuencias que el caso Armstrong, no hay duda, ha causado a nuestro deporte", reconoce en el comunicado el mismo presidente de la UCI, Pat McQuaid.

Por otro lado, la UCI va a formar una Comisión independiente para estudiar a fondo el extenso informe de la USADA sobre el caso Armstrong. Y como la propia UCI ha tenido actuaciones posiblemente condenables, ha pedido consejo al TAS para formar la citada Comisión, que finalmente compondrán un reconocido abogado con experiencia, que actuará como presidente, un auditor elegido por él y un administrador deportivo de prestigio, "todos ellos independientes del mundo del ciclismo", reza el otro comunicado también emitido ayer.

El MPCC.

Entre los organismos que consultará la UCI es de suponer que estará el Movimiento Por un Ciclismo Creíble (MPCC), que también ayer envió una carta a todos los implicados en la lucha contra el dopaje para pedir más dureza en las sanciones y una mayor implicación en la persecución de los tramposos a partir del año próximo, "sin olvidar el pasado y endureciendo las normas".

La asociación, que engloba a once equipos, seis de ellos franceses, pide a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) que aumente de dos a "al menos" cuatro años de suspensión a los que vulneren las normas del dopaje y que se les prohíba competir en Juegos y Mundiales. Y también quieren que los corticoides vuelvan a la lista de sustancias prohibidas.