Alberto Contador y Jonathan Castroviejo, los dos representantes españoles que participarán en la contrarreloj del Mundial de Limburgo (Holanda), reconocieron ayer los 45,7 kilómetros de la prueba que se disputa mañana. El reciente ganador de la Vuelta y el especialista del Movistar, que están en Holanda desde el domingo, inspeccionaron el trazado, cuyos puntos de mayor interés serán las tres dificultades montañosas, tres muros al más puro estilo Amstel Gold Race: el Sint Remigiusstraat (de un kilómetro al 7,7%), el Bundersberg (800 metros al 5,4%) y el mítico Cauberg (1,2 kilómetros al 5,8%).
Por la mañana, los dos ciclistas salieron con la idea de recorrer el trazado de la crono, que discurre por un terreno muy cambiante, con muchos cruces y con diferentes tipos de asfalto. Entre tanta señalización (las cronos júnior, Sub-23, femenina y élite no son iguales), no tomaron el camino adecuado, saltándose los dos primeros repechos y dejándole a Contador una impresión equivocada de poca dureza, algo que a él le viene bien frente a los especialistas.
Por la tarde, con el coche, sí que pudo inspeccionar el verdadero recorrido y entonces el de Pinto acabó con mejor sabor de boca, como escribió en twitter: "He reconocido por segunda vez el circuito y esta vez bien. Por la mañana me salté los dos primeros repechos. Se hará muy dura".
En cuanto al resto de favoritos, el alemán Tony Martin, también habló: "Estoy preparado para ser campeón, y más tras las ausencias de Cancellara y Wiggins". Ayer, otro posible candidato, Chris Froome, anunció que sólo participará en la prueba en ruta.
