Wiggins: "Millar ha colaborado en la lucha contra el dopaje"

Wiggins: "Millar ha colaborado en la lucha contra el dopaje"

Wiggins: "Millar ha colaborado en la lucha contra el dopaje"

AS.com

El británico alaba la figura de su compatriota asegurando que "es la excepción que confirma la regla. Desde que regresó se ha comportado de forma abierta y honesta".

El británico Bradley Wiggins (Sky) puso como ejemplo a su compatriota David Millar (Garmin) en la lucha contra el dopaje.

El maillot amarillo del Tour de Francia se fijó en el vencedor de la etapa de hoy, un dopado confeso, que ha pagado la sanción correspondiente y que desde 2006 corre con la intención de mostrar que el ciclismo ha cambiado.

Una historia que pilló a contrapie a Wiggins, que en la edición de hoy del diario "The Guardian" atacaba duramente al francés Richard Virenque, otro dopado confeso arrepentido.

"En el Reino Unido el dopaje no es moralmente aceptable. La actitud con el dopaje es diferente a la de Italia o Francia, donde un ciclista como Virenque puede doparse, ser atrapado, suspendido, volver al pelotón y convertirse en un héroe nacional", escribió Wiggins.

El caso de Virenque es muy similar al de Millar, pero no para Wiggins.

"Es la excepción que confirma la regla. Desde que regresó en 2006 siempre se ha comportado de forma abierta y honesta, es un activista del deporte británico que ha colaborado en la lucha contra el dopaje", afirmó sobre su compatriota, con quien compartirá equipo olímpico en Londres.

En su artículo en "The Guardian", Wiggins afirmó que asume las constantes sospechas de dopaje que hay en el ciclismo, pero expone las razones por las cuales nunca recurriría al dopaje.

"Si me dopara, podría perder todo lo que tengo. Mi reputación, mi trabajo, mi pareja, mi familia, mi casa. Todo lo que he construido, mis medallas olímpicas, mis títulos mundiales, mi condecoración de la Orden del Imperio Británico", aseguró.

"Si me dopara pondría en peligro al Sky, que patrocina el deporte en el Reino Unido, a Dave Brailsford (manager) y todo lo que ha hecho Tim Kerrisson, mi entrenador", agregó el diario inglés.

Tras la etapa del día, Wiggins afirmó que con ese artículo quiso alejar la sospecha que pesa sobre él. "No quiero responder todo el rato a las mismas preguntas, no quiero estar justificándome todo el tiempo (...) Creo que para recuperar la confianza del público lo mejor es decir lo que se piensa", afirmó.

Tras vestirse de amarillo, el ciclista británico fue muy duro con quienes emiten dudas sobre la honestidad de su equipo.

En cuanto a la etapa de hoy, Wiggins aseguró que fue muy nerviosa y lamentó haberse quemado ligeramente en un brazo por culpa de las chispas que saltaron de una bengala que portaba un espectador en la cuneta.

El líder de la carrera restó importancia a un pequeño ataque que protagonizó en el ascenso al Granier, segundo gran puerto de la jornada. "Fue simplemente para ahorrar un poco de esfuerzo a los compañeros cuando vi que se formaba una pequeña escapada. Han trabajado muy duro y quería ayudarles", afirmó.