Sagan: "Como Forrest Gump: si me piden que gane, gano"

TOUR | 3ª ETAPA

Sagan: "Como Forrest Gump: si me piden que gane, gano"

Ya lleva dos en este Tour. En Lieja entró imitando el vuelo de un pájaro, como había acordado con sus amigos. En Boulogne-sur-mer cruzó la meta corriendo, como Forrest Gump.

"A Forrest Gump, cuando le decían que corriera, corría sin parar. A mi, cuando me dicen que gane, gano". Así hablaba el eslovaco Peter Sagan minutos después de atravesar en cabeza la meta de Boulogne-sur-mer imitando una carrera del personaje popularizado por Tom Hanks.

El ciclista de 22 años, que, bajo su apariencia tímida e introvertida, esconde un gran descaro juvenil, acordó ese gesto con sus compañeros del Liquigas si volvía a ganar una etapa.

De las tres que lleva el Tour ya se ha adjudicado dos. En Lieja entró imitando el vuelo de un pájaro, como había acordado con sus amigos. En Boulogne-sur-mer cruzó la meta corriendo, como Forrest Gump.

Y las celebraciones no acabarán. "Me gustaría hacer como Valentino Rossi, que cada vez que ganaba una carrera hacía algo especial. Todo el mundo quería que ganara para ver qué hacía. Pues yo quiero hacer lo mismo", indicó Sagan.

Por el momento, el eslovaco se afianza como el ciclista más regular, líder de la clasificación por puntos que le da derecho cada mañana a vestirse con el jersey verde, una prenda que le gustaría llevar hasta París.

"Ese es ahora mi objetivo. Creo que puedo lograrlo", afirma agachando la cabeza, avergonzado quizá por poder ser considerado arrogante.

Al ciclista le han hecho una bicicleta especial, que han denominado "Tourminator", para combinar su lucha en la ronda gala con el apodo que le pusieron en la bicicleta de montaña, donde empezó, por su potencia.

Fue una apuesta con el responsable de mercadotecnia de una empresa de bicicletas, que le prometió una bici especial si ganaba una tercera etapa en la Vuelta a California. Ya llevaba dos y el eslovaco sumó la tercera. Siempre fiel a su cita.

Sagan se obstina en ser humilde. Cuando habla de sus compañeros, asegura que casi le da vergüenza ver a ciclistas como Ivan Basso o Vincenzo Nibali -ganador el primero de dos Giros y el segundo de una Vuelta- trabajar para él, que nunca antes había disputado el Tour de Francia.

"Nunca pensé verlos trabajar para que yo gane una etapa. Cuando ves a ciclistas del nivel de Basso, al que no llego ni a la altura del zapato, rodando para ti, es algo maravilloso. Se lo agradezco mucho", comenta.

Por el momento, el Liquigas parece volcado con su diamante eslovaco, que no falla.

En el Tour ya es la sensación y las comparaciones con los más grandes de la historia no se han hecho esperar. Con Eddy Merckx y con Lance Armstrong. Incluso con el futbolista Lionel Messi, como hizo el manager del Sky, David Brailsford, porque ambos culminan la jugada cuando el equipo lo necesita.

Sagan prefiere la prudencia. "Claro que me gustaría ganar todas las carreras, pero sé que eso es imposible. Ganar el mismo año etapas en el Tour, los Juegos, el Mundial,... creo que hay que ser realista. Lo que realmente me gustaría es ganar todo eso en mi carrera, durante muchos años", asegura el ciclista, que confiesa una predilección por la Milán-San Remo, la Vuelta a Flandes y la Amstel.

Por el momento, el eslovaco buscará sumar más etapas y por vestir de verde en París. Para ello sabe que tendrá que pelear con los llegadores, que no se lo van a poner fácil.

"Ellos tienen sus etapas señaladas y llegan más frescos que yo. Pero con el paso de los kilómetros, las fuerzas se igualarán y podré colocarme también bien en las llegadas masivas", indica.

El eslovaco no mira al futuro. No más allá del día siguiente. Pero cuando fije su atención en una etapa, habrá que contar con él. Porque cuando le dicen que gane, Sagan gana.