Alberto Contador visitó la redacción de AS el 8 de marzo de 2011, casi un mes después de la absolución de la Federación Española. Y durante tres horas de encuentro con varios de los principales cargos del diario expuso su defensa, basada en la ingesta de un solomillo presuntamente contaminado con clembuterol. Lo hizo sin rehuir ninguna pregunta y con tanta firmeza que la mayoría de los allí presentes salieron (salimos) convencidos de su inocencia.

"Lo que depende de mí, que es ganar carreras, eso lo hago bien. Pero esto me supera. De repente te acusan de algo que no has hecho, de algo de lo que siempre has estado en contra... Y ves a la gente de tu entorno sufrir, a tus padres fastidiados, llorando... Pasas noches sin dormir, hasta se me caía el pelo. No os podéis imaginar cómo es ese sufrimiento. Tengo una cicatriz para toda la vida", se sinceró Contador, que se definió como "un defensor de la lucha antidopaje". "A mí sin controles me hacen polvo, yo quiero que los haya y que ganen los genéticamente mejores".

Contador reivindicó un cambio en el Código Antidopaje para situar un umbral al clembuterol, cuya sola presencia se considera positivo, independientemente de que la cantidad sea tan ínfima como los 50 picogramos que se le detectaron en el Tour 2010. "Debe tener un límite. Mientras haya una sola posibilidad de una contaminación alimenticia, no se puede castigar a un inocente".

Su portavoz, Jacinto Vidarte, añadió: "Los científicos dicen que es imposible el suministro de una cantidad tan pequeña de clembuterol y que en esos niveles no aumenta el rendimiento; entonces, ¿cómo puede ser un positivo? El director del laboratorio de Colonia (donde se detectó el producto) hizo un estudio que ha encontrado restos de esa sustancia en 22 de 28 turistas alemanes que viajaron a China. Esa es una de las razones por las que no se sancionó al jugador de tenis de mesa Ovtcharov".

Contador explicó que desde que conoció su positivo ha cambiado sus hábitos alimenticios: "Si no conozco su procedencia, ya no tomo carne nunca fuera de casa". Vidarte añadió: "Es que hay estudios que demuestran que un 10% de la carne puede estar contaminada". En este sentido, Fran Contador, mánager del ciclista, lanzó un mensaje a los 'ofendidos' ganaderos españoles: "Se consideran atacados, pero nunca fue nuestra intención. Igual que existe cocaína ilegal, pues hay trampas en el ganado".

Autotransfusión.

Una versión manejada en su contra fueron las denuncias de un miembro anónimo del Astaná en la revista belga Humo, donde dijo que el clembuterol era un resto de una tratamiento adelgazante que volvió a su cuerpo en una autotransfusión. "Un argumento imposible, porque habla de unas fechas en las que pasé controles en el Dauphiné Liberé o en vísperas del Tour. Si hubiera tomado, habría salido".

La autotransfusión fue el principal argumento esgrimido por la AMA y la UCI en su contra durante el juicio, sobre todo después de que se hiciera público que en su organismo se habían encontrado tasas elevadas de ftalatos (plastificantes). "Es un método sin homologar, pero yo voy más allá. Que congelen mi sangre y mi orina y que la analicen dentro de unos años, cuando se validen otros métodos de detección.

Contador rebatió cualquier acusación de forma convincente durante tres horas... Pero en ese tiempo no se habló de los multivitamínicos adulterados, el supuesto que finalmente ha esgrimido el TAS para sancionarle con dos años y en el que también se pasó de puntillas, incluso, durante el juicio.