Andy Schleck fue el gran perjudicado del ataque de Alberto Contador en Manse, un respetable puerto de segunda categoría. El pequeño de los luxemburgueses se quedó cortado tanto en la subida, como en la bajada, y perdió en meta 1:06. Los Schleck no se caracterizan por su habilidad en los descensos, pero al menos Frank aguantó el tipo junto con Voeckler y sólo cedió 18 segundos respecto a Samuel y Contador.

Lo curioso del caso es que Andy culpó al trazado de su derrota: "El tiempo perdido no quiere decir absolutamente nada, me sigo encontrando en un buen momento de forma. Sólo que el recorrido estaba realmente muy mal diseñado, un final así no debería permitirse en una carrera como el Tour". Balones fuera en vez de reconocer el mal rato que pasó, ya que en la bajada y en el llano le sacaron de rueda.

Frank Schleck no ocultó su disgusto por las diferencias entregadas: "No creí que Andy cediera así, y a mí me duele que arañen cualquier segundo, pero quedan todos los Alpes por delante, seguimos en la pelea, atacaremos y eso es lo que nos importa".

Thomas Voeckler, valiente maillot amarillo, al que en el pelotón muchos califican de fantasma, sí sabe apreciar sus limitaciones: "No esperaba un acelerón tan fuerte en esta subida. Cuando Contador atacó iba a su rueda, así que le seguí. A lo mejor tenía que haber dejado a los otros hacerlo. Estoy decepcionado porque he perdido tiempo frente a tres corredores y me gusta luchar cuando estoy en lo alto de la clasificación. No fui capaz de seguir el ritmo, lo que quiere decir que he mostrado debilidad".