Amaneció en el campamento de Out el Haj con más frío de lo habitual, el cielo nublado y los ciclistas perezosos. A pocos minutos del inicio eran más de 50 los que no habían pasado aún el control de firmas, buena muestra de cómo la Milenio Titan Desert by Powerade va haciendo mella en todos y cada uno de los participantes, desde los profesionales a los más amateurs, y como muchos de ellos apuran hasta el último minuto de sueño.

La etapa arrancó, como ya es habitual estos últimos días, con los favoritos marcando un ritmo muy alto y formando un grupo de apenas 10 corredores. En él formaban los habituales de la cabeza, con Heras, Pinto y Milton, pero también estuvo el que se acabó convirtiendo en el protagonista del día: Óscar Pereiro. El gallego se llevó la etapa con una escapada a unos 10 kilómetros del final, en la población de Debdou.

Los participantes disfrutaron, dentro de la dureza de la carrera, de unos paisajes muy diferentes a los que habían visto hasta la fecha. La jornada comenzó en una pista rápida, paralela al asfalto. La vieja carretera que utilizaban los habitantes de la zona, hoy abandonada ya que hasta los lugareños, casi todos con pequeñas motocicletas y muchos con vehículos grandes, circulan por el asfalto. El desierto ya es un recuerdo y los pastos se extienden hasta donde a uno le alcanza la vista. La temperatura y el clima, mucho más moderado, favorecieron un buen ritmo de carrera siendo ésta la etapa en la que los participantes rodaron más rápido. Los primeros rodaron en una media de 30 k/h.

Pero a partir del kilómetro 70, tanto la carrera como el escenario cambiaron radicalmente. Un valle se abrió ante los ciclistas que agradecieron más que nunca una bajada de 30 kilómetros. Quizás una de las partes más espectaculares de la carrera, ya que tuvieron que bordear un acantilado. Además, ese descenso, se realizó por un camino que atravesaba un bosque, sorpresa para todos.

En ese escenario decidió Pereiro buscar su oportunidad. A unos 20 kilómetros para el final, y en un momento de cierta desorientación de que camino seguir, atacó y se escapó unos 300 metros. Los que le acompañaban ni siquiera probaron de contraatacar, conscientes de que esa no era su lucha. Pereiro no podía recortar una diferencia que hiciera peligrar los primeros puestos de la prueba, y las fuerzas de todos ya estaban justas. Jose Luis Carrasco, corredor del Milenio Reino de Granada, fue el único que osó seguir al ciclista gallego y, pese a atraparlo, claudicó ante el sprint final de Pereiro. Con este resultado Pereiro se sitúa quinto de la general aunque prácticamente sin opciones de luchar por la prueba ya que sigue a 38:40 de Roberto Heras, líder de la Titan a falta de dos etapas.