Josephine Onyia, la vallista internacional nacida en Nigeria, olímpica en Pekín 2008 y plusmarquista española de 100 metros vallas (12.50), cumple el tramo final de una suspensión de dos años dictada por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), en sentencia del 22-9-2009. Todo vino por dos controles positivos de Onyia en septiembre de 2008, en Lausana (methylexanamina) y, al fin (13-9-08), en Stuttgart: clembuterol, 0,02 ng/ml.
Otros que dieron positivo (y fueron sancionados) por ingesta de clembuterol son el tenista argentino Mariano Puerta, finalista de Roland Garros ante Nadal, en 2005; el lanzador estadounidense Judd Logan y, en un escándalo de 1991, sendas velocistas de Alemania del Este: Katrin Krabbe (campeona mundial de 100 y 200 metros en 1991) y Grit Breuer.
Es llamativa la comparación de Onyia con Contador. El laboratorio que leyó el clembuterol de Onyia fue el de Colonia: como en el caso de Contador. Inicialmente, la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) descartó sancionar a Onyia, alegando que había consumido... "carne contaminada". Pero la Federación Internacional (IAAF) recurrió al TAS la no suspensión de Onyia. Y el TAS castigó a la atleta por dos años, estableciendo que "aunque era dudoso que la atleta intentara cometer fraude (...) en todo caso debía demostrar circunstancias excepcionales". Los niveles de clembuterol de Onyia eran inferiores en tres puntos a los de Contador, pero se trata de una sustancia "fuera de límites de seguridad": se castiga su mera aparición.
