La Vuelta se decide en la esperada Bola del Mundo

Ciclismo | Vuelta 2010

La Vuelta se decide en la esperada Bola del Mundo

La Vuelta se decide en la esperada Bola del Mundo

HELIOS DE LA RUBIA

Son 3,2 kilómetros con 12% de media tras Navacerrada

Llegó la hora: la Bola del Mundo dictará sentencia en la Vuelta, el día en el que se subirá por primera vez en la carrera. Vincenzo Nibali defiende 50 segundos ante Ezequiel Mosquera. Un extranjero contra un español. El mejor guión para una película de Hollywood. Como la define el gallego, la Bola es "un Xorret del Catí encima de Navacerrada": 3,2 kilómetros al 12%, con rampas máximas del 22%, de cemento del que agarra. En total, 22 km de subida continua hasta la meta. Pero, antes, el pelotón deberá ascender la Cruz Verde, de tercera, el León, de primera, y dar otra pasada previa a Navacerrada. Un menú para gente con hambre, como Mosquera: "Quiero ganar la Vuelta en la Bola del Mundo". O Purito: "Voy a reventar la etapa para intentar meterme en el podio o ser el que inaugure el palmarés en este puerto".

La historia de este nuevo coloso es curiosa. El nombre original de la cumbre es Alto de las Guarramillas. Se le conoce como la Bola del Mundo después de la instalación de antenas repetidoras, en 1959. Entonces, sólo había un canal, La 1, y únicamente se emitía un programa, La Bola del Mundo. El centro en el que trabajan los técnicos fue diseñado como una estación ártica, ya que en invierno las temperaturas alcanzan mínimas que rondan 20 grados bajo cero y el viento, los 190 km/h.

Alcanzar la Bola era un sueño de Enrique Franco. Javier Guillén, actual director, lo ha convertido en realidad. Lleva trabajando en el proyecto dos años: "La sala de prensa, los buses de los equipos y el podio se ubicarán en el parking de Navacerrada.

En la subida a la Bola del Mundo contaremos con un dispositivo especial de Policía, Guardia Civil y 200 voluntarios. Cada 500 metros, habrá un punto con ruedas de recambio, y pondremos motocicletas a disposición de los mecánicos". Los cinco primeros tendrán una moto para cada uno, porque los coches no llegarán a la cima. Habrá papeleras cada 50 metros y una brigada de limpieza actuará durante y después de la etapa. Todo está preparado para la jornada decisiva de la Vuelta.