abrá emoción en el Tourmalet. Y también en la lucha por el podio. ¿Qué pasará?

Despejaremos la incógnita en el Tourmalet. Será como una cronoescalada. Me gusta ese puerto aunque hoy no me gustará, claro. Es de sentarte y remar para arriba, un poco como La Madeleine que a ritmo se puede subir bien. Sin embargo, si desfalleces pierdes muchos minutos.

Le saca trece segundos a Menchov. ¿Cuántos segundos más necesita para llegar tranquilo a la contrarreloj del sábado?

No lo sé. A Menchov le gané una crono en Collado Villalba pero tenía 23 kilómetros y no 52 como esta. Tiene más experiencia que yo. Antes habrá que subir el Tourmalet. Allí se decidirá todo. Para bien o para mal.

¿Tan decisivo será?

Habrá muchas diferencias. Se verá quién está fuerte de verdad.

Pronostican lluvia.

Es bueno para mí, pero también para Menchov. El ruso va a por Andy. Lo veo. Creo que piensa que le puede remontar en la contrarreloj de Burdeos. El que más aguante será tercero.

Lluvia, muchos descensos. ¿Se escapará bajando el Soulor para buscar la sorpresa?

Eso sería un suicidio. Tirarse al vacío sin paracaídas.

¿Sueña con el podio?

Lo firmaría ahora mismo. Ser segundo también, eh. El caso es salir en la foto. Lo que no quisiera es acabar cuarto, porque es el puesto de la medalla de chocolate. Hice dos veces cuarto en los Mundiales y de eso nadie se acuerda. Ojalá el sábado esté ahí. No esperaba estar tan arriba. Lo que sé es que no puedo ser primero.

¿Quién lo será?

Salvo percance, Contador. Lo tiene más fácil que los demás. Está muy igualado con Schleck aunque con un puntito más. Alberto corre este año con más cabeza y no tanto de cara al espectáculo y a la afición como el año pasado. Está midiendo los esfuerzos porque sabe que tiene el Tour ganado.

Usted podía haber estado en esa pelea de no haber perdido tiempo en el pavés.

No tanto. Contador perdió segundos en Avoriaz y en Ax-3-Domaines, Andy se los dejó en el Balès Todos estamos en su sitio después de tres semanas.

¿Espera el apoyo de la afición del Euskaltel?

Sí. El martes no nos faltaron ni el agua ni la Coca-Cola. Además es gente que sabe de ciclismo porque apoya a todos los ciclistas.

Pase lo que pase, que se acabe el Tour ya, ¿no?

Tras superar tanta presión es normal que tengamos ganas de llegar a París, aunque sea con la espinita clavada de la etapa de Avoriaz.