El ciclismo francés no gana un Tour desde 1985. Veinticinco años después, Bernard Hinault sigue en el podio. Antes vestía de amarillo y hoy coloca los maillots a los mejores. Esperando tener a otro campeón que llegue como líder a París, en Francia festejan a lo grande victorias como las de ayer. Y no es para menos. Los franceses ya han ganado seis etapas en este Tour (17 se llevan disputadas). No conseguían un botín semejante desde 1997, un año antes de que la gran operación contra el dopaje llevada a cabo durante el Tour diese al traste con los planes del equipo Festina, ilustre formación francesa de gran palmarés hasta ese 1998.

El vencedor de ayer, Pierrick Fedrigo, no es nuevo en esta plaza ya que se adjudicó su primera etapa en el Tour el año pasado en Tarbes, muy cerca de aquí Pau. No es casualidad. Fedrigo es de Marmande, una localidad de la Lot-Garona que le permite entrenarse "habitualmente" en los Pirineos. "Toda mi familia estaba en el ascenso del Aubisque. Estoy orgullo de mi rendimiento. Estas son las carreteras de mi corazón".

Con la misma sensación que tuvieron Riblon y Voeckler, que también han levantado los brazos en este Tour 2010, Fedrigo explica el momento de su gran escapada: "Ayer (por el lunes) estuvo KO. No podía más. Creí que el Tour había terminado para mí. Pero me vi adelante en el Tourmalet y en un buen grupo. Decidí ir a por todas. Trabajamos mucho para atrapar a Barredo". No le fue fácil superar a Casar, otro buen llegador como él.

Gadret es vigésimo.

Para encontrar al primer francés en la clasificación general hay que acudir a la posición número 20. Aparece John Gadret, uno de los jefes de filas del AG2R. No hay ni un ciclista que pueda mantener el ritmo de los mejores en las tres semanas de un Tour como éste. Pero poco importa en Pau. Con seis victorias parciales, el éxito está asegurado.